Drogo
—¿Se puede saber a qué juegas?
Abro los ojos sorprendido al escuchar esa voz. Me vuelvo y una gran sonrisa se dibuja en mi rostro al encontrarme con mi cosita. No solo ha sobrevivido al enfrentamiento con su madre sino que ha venido a rescatarme. ¡Y justo a tiempo!
—Cris... Estás viva.
—¡Por supuesto que estoy viva! —responde molesta mientras me quita los grilletes —. Pero tú no lo vas a estar por mucho tiempo.
Dejo caer la cabeza abatido. ¡Ya estamos otra vez! Cris y sus celos...
—Yo no he hecho nada —protesto mientras me pongo de pie y comienzo a vestirme.
—¿No? ¿No le has propuesto sexo?
—Era la única manera de salir de allí.
—¿Tan poco confiabas en mí?
—Por supuesto que confío en ti, pero tenía que hacer algo. ¿Es que no lo entiendes? Sólo quería engañarle para acabar con ella, pero me encontré con esto.
Ella me mira escéptica mientras echa un vistazo a su alrededor.
—¿Te ha gustado? —pregunta sin quitar ojo al armario abierto.
—¿Gustarme? ¡Ha sido horrible! ¿Sabes lo que pretendía hacerme?
—Lo sé de sobras —contesta con una socarrona sonrisa mientras sujeta en su mano el vibrador. Yo le miro con los ojos abiertos como platos. —Interesante aparato. ¿Crees que lo hubieras soportado?
No sé porqué, pero ahora mismo Cris me está dando miedo. Mucho miedo. Incluso más que el que me ha producido Alicia.
—¿Qué insinúas, Cris? —pregunto nervioso.
—Nada —responde sin dejar de mirar el aparato —. Sólo que... Tal vez me lo quede por un tiempo. Ya sabes. Para recordarte que eres sólo mío, nada más.
Trago saliva nervioso, y más por el tono casi inocente de su amenaza. No se me ocurre nada más horrible que una Cris celosa con esa herramienta en sus manos.
—No necesitas recordármelo, Cris —le aseguro sincero —. Para mí no existe otra mujer. ¡Pero si ni siquiera he sido capaz de excitarme con ella! ¿Por qué si no crees que quería meterme "eso"?
Una risilla se le escapa. Parece ser que esta situación le resulta de lo más divertida. Todo lo contrario que a mí.
—¿Qué ha pasado con Alicia? —pregunto terminando de vestirme.
—¿Esa guarra? —contesta como si nada —. Tranquilo, no volverás a verla. De eso se ha ocupado mi espada.
—No quiero ni imaginar por dónde le has atravesado.
—Piensa mal y acertarás. Y ahora vamos. Los chicos nos esperan fuera. No he querido que te vieran en esa... "posición".
Sale de la habitación completamente divertida y guardándose el consolador en el bolsillo. Yo le observo con miedo mientras me acerco a recoger la espada. ¿Pero cómo puede ser tan mala? Aún así, sé que sólo está jugando. Le conozco demasiado bien y sé que ésta es su pequeña venganza.
En cuanto a Alicia... Sea lo que sea lo que le ha hecho seguro que se lo ha merecido. No me extrañaría nada que le hubiera empalado o algo así. Después de todo, es la espada de Vlad. Es lo que más le pega.
Una vez fuera, veo como todos tratan de disimular la risa y clamo al cielo desesperado. ¿Qué habré hecho yo para merecer esto?
—¿Estás bien, papá? —pregunta Draco acercándose a mi.
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DC XII:LA REINA DEL MUNDO √
FanficSin Cris, sin Drogo y sin Lorie, los bartholitos van a tener que asumir su responsabilidad como niños prohibidos. Tienen que detener a Merlín e intentar salvar a Fiona de sus garras. Eso sin contar con la amenaza de Hades. Por suerte para ellos. cue...