Capitulo 13

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Luego de lo trágico que pase en mi casa. Nos tocaba ir a la de Lu, ella y yo tampoco sabríamos que iba a pasar, estábamos asustadas pero teníamos que arriesgarnos igual, habíamos llegado muy lejos.


Estuvimos caminando, pasando calles y calles, no estaba muy lejos pero de igual manera teníamos que hacerlo.


-¿Qué crees que pasará?-le pregunto.


-No tengo idea. Pero sea lo que sea quiero que me abraces fuerte. Sea bueno o malo.

-Con mucho gusto.


Al caminar yo seguía pensando.
'¿Estará la familia de ella? Una vez que ellos la vean. ¿Estarán con ella? ¿Qué pasará conmigo una vez que Lu este bien con su familia? ¿Estaríamos juntas igual?'

Es lógico una vez que ellos estén de nuevo juntos no creo que me vallan a adoptar a mí también. Es tonto.


Llegamos a la casa. No tenía muy buena pinta, mucho menos de que alguien viviera ahí.


Lu me presiona fuerte de la mano.


-Tengo mucho miedo.


-Es normal, pero tienes que decidir qué hacer con eso.


Tratamos de entrar, nos costó un poco por el hecho de que la madera era muy vieja y seca.

Se había trabado.


-Mejor hagámoslo las dos juntas-sugiere ella.


-Tienes razón.


Empezamos a contar.


-Uno-digo.


-Dos.


-¡Tres!-dijimos al unísono.


Pudimos abrir la puerta. Nos caímos junto con ella. Terminamos destruyéndola aún más de lo que estaba y yo me hice un  raspón en el brazo por la madera seca.


-¡Auch!


Lu me observa.


-¿Estás bien?


-Sí, si tranquila.


Nos levantamos y observamos. Era una mansión, muy vieja pero no le quitaba lo especial. Lu estaba asombrada.

La luz se posaba en los muebles y la escalera que daba hacía arriba, estaba situada a la derecha. Las paredes eran blancas y los muebles de mármol, todo era hermoso. Decidimos ir a arriba a investigar cómo eran las habitaciones. Lu fue a la de sus padres. Eso supuse, era la más grande.
Yo fui a la más chica también supuse que era la de ella.
Era una cama grande con frazadas de terciopelo rojo. Las paredes de blanco con una ventana que daba a un mini balcón y se veían las montañas, pero muy a lo lejos.
También tenía  un escritorio en frente de la cama. Lo observe por un rato, era de madera, tenía cajones, los revisé pero no había nada. Cuando doy media vuelta, el reflejo del sol se posa sobre la cama y resalta toda la habitación.


-¡Lu! ¡¿Viste tu habitación?!

Ella viene.

-Wow.

  -Se.


-Es hermosa.


-Lo sé.


Se queda observando por unos minutos y luego se dirige hacía mí.


-¿Viste la más grande?


-No.


-¡Ven! Te la quiero mostrar-me agarra del brazo mientras me lleva corriendo.


-Sí que es muy linda-digo mirándola.


-Se.


Era parecida a la más chica, pero con detalles diferentes. La cama también era grande, pero con sábanas blancas y frazadas negras. Una ventana grande, sin balcón, muebles y un armario.
Lu quiso abrir el armario. Lo hizo y encontró un montón de ropa muy linda, más que nada vestidos.


-¡Son de mi mamá seguramente!


-Puede ser. Cuando quieras te los pruebas, pero tenemos que ir abajo. Por ahora no escuche ningún ruido desde que llegamos y eso me asusta.


-Si, por las dudas bajemos.


Bajamos lentamente por la escalera para ver si escuchábamos algún ruido.
Una vez abajo estábamos en el mismo punto de inicio.
Caminamos derecho mientras estábamos en guardia.


-¿Quién anda ahí?-dice una voz…

𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐄𝐌𝐏𝐄𝐙𝐎́ 𝐓𝐎𝐃𝐎...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora