Natalia acababa de cumplir 17 años, y lo que pasaba por su mente en ese momento, eran muchas preocupaciones, ya que hace poco había terminado la secundaria y sentía que debía de preguntarse a sí misma qué haría con el resto de su vida, tal vez prepararse para ingresar a la universidad o estudiar alguna carrera técnica que le permitiera ser productiva, aunque la mayoría de veces estos pensamientos sólo le duraban unos instantes del día, pues ella estaba acostumbrada a tener ahora una vida relajada, y esto debido a que sus padres contaban con una buena posición económica, lo que le permitía darse varios lujos, y ocasionaba que ella tuviera una concepción de que no había que preocuparse mucho por nada, y así los días los pasaba escuchando música, jugando con su mascota, un gato siamés que respondía al nombre de "Lucky", o ayudando a su madre en los quehaceres de la casa. Pero, esa rutina poco a poco empezaría a cansarle, pues, ella había dejado atrás las salidas, las reuniones, que solía realizar antes con sus amigos de la secundaria y ahora sus días eran realmente más solitarios.Ella residía en Lima (capital de Perú) una ciudad a dónde viajan personas de todos los lados del país y gente extranjera, lo que la hace extremadamente poblada, y por eso tan movida, e incluso muy peligrosa. Pero, a pesar de todas las distracciones posibles con las que Natalia podía toparse en esta ciudad, llena de rincones donde podría haber ido a divertirse de muchas formas y socializar, ella prefería mantenerse siempre lejos de eso, llevando una vida bastante tranquila, pues era por naturaleza una chica muy tímida, y de mentalidad conservadora.
Por suerte aún le quedaba una antigua amiga de su colegio, a quien invitaba a pasar días en su casa, y esto era lo único que ella tenía de momentos en los que podía socializar, y por esto quizá, ella todavía no había conseguido conocer a alguien con quien hubiera llegado a tener una relación de pareja, lo cual era la mas probable causa de que en su soledad, se aferrara a re-leer los mensajes de un chat que antes había tenido con un chico de su ciudad con quien se había ilusionado, pero a fin de cuentas, nunca llegó a materializar una relación con él, puesto que ella logró descubrir que por esos tiempos, el ya tenía una novia, pero aún así, como suele suceder, esa ilusión se le estaba haciendo difícil de superar.Habían pasado unos meses ya, y la rutina de sus días en los que invertía muchas horas solo en ir y venir en el metro, desde su casa hacia el centro de la ciudad y viceversa, debido a las grandes distancias que separan a dichos lugares, le harían experimentar esa tan conocida sensación de estar tan rodeada de gente, pero muy sola. Así que, en un intento de calmar su sensación de ansiedad, ella solía pasar el transcurso de aquellos viajes, escuchando música con su celular, siempre pendiente de lo que pasaba en sus cuentas de redes sociales, tratando de responder todos los mensajes que le llegaban y de vez en cuando seleccionando alguna foto selfie de las que previamente había tomado, para subirla en sus perfiles y así evitar la angustia de sentir que era la única que no lo hacía.
Y así los días pasaban sin mucha novedad, hasta que en uno de ellos, estando ella en la estación donde esperaba sentada la llegada del metro, teniendo en una mano su celular, y observando su pantalla por ratos, mientras con la otra mano jugueteaba con su largo cabello negro, fue entonces cuando le llegó una notificación de solicitud de amistad en Facebook, y leyó el nombre: Erick P. S. ; rápidamente notó que el primer apellido de él correspondía también a uno de los apellidos de sí misma, y pensó, tal vez se trataba de algún familiar suyo que aún no conocía, o tal vez solo se trataba de una coincidencia. Entonces fue a revisar la bandeja de chat y encontró el mensaje que él le había enviado: "Hola! Acepta mi solicitud de amistad para que hablemos". Natalia, se emocionó un poco, en ese momento, con la normal emoción que tendría cualquiera al recibir un mensaje de una persona nueva que se interesaba por conocerle. Así que le aceptó y fue a revisar su perfil, y al ver sus fotos, quedó un poco sorprendida, el chico le parecía atractivo, poco después de esto, fue a responderle mientras pensaba- espero que no sea ningún familiar-...
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¿Otra Historia de Amor Entre Primos? (Historia Real)
RomanceEste relato ha sido escrito basado en hechos reales. Natalia recientemente ha conocido en persona a un primo lejano, con quien, hasta antes de ese momento solo hablaba por Facebook, y ellos se han dado cuenta de que se llevan muy bien, tienen mucha...