[ocho]

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10 minutos. Solo quedaban 10 míseros minutos para que terminara la clase. Si Yunho había salido, es que algo le tenía que pasar. Debía de encontrarse muy mal. Lo había visto raro desde hace rato, pero parecían nervios. A lo mejor era que estaba intentando aguantar el dolor y ya no había podido más. ¿Y si se había caído en medio del pasillo?¿Y si necesitaba ayuda?

Se levantó de golpe sin darse cuenta. El profesor lo miró extrañado. Pidió ir a ver si el mayor se encontraba bien, avergonzado. Todos lo estaban mirando. Era la primera vez que hablaba en voz alta delante de toda la clase. Debería de haberse vuelto a sentar y haberse callado. No debería de haberse puesto a pensar en Yunho en primer lugar. Aquello era demasiado. La voz le temblaba tanto como el cuerpo.

Salió del aula y se dirigió a la enfermería. Luego a los baños más cercanos. No estaba allí. No estaba en ninguna parte. ¿Qué haces Yeosang? ¿Estás tonto? Habías renunciado a él. No puedes volver. Ya no.

Escuchó unas voces provenientes de las escaleras que interrumpieron sus pensamientos. Miró a todas partes. Solo podía esconderse en el baño. Ojalá no fueran ahí. Y no lo hicieron. Abrió un poco la puerta para ver si se iban y podía volver a su clase sin que nadie le preguntara nada. Aquello era tan vergonzoso y estúpido. ¿Qué estaba haciendo?

- ¿Has pensado en qué vas a decir? - dijo una de las voces aún en las escaleras. Sonaba como si estuviera haciendo fuerza y eso no le permitiera hablar con facilidad.

- Sí. Voy a volver a intentar lo del viernes. Pero en vez de con una nota... - Yunho. Aquella voz. Era de Yunho. ¿Qué estaba haciendo? Espera... Había mencionado ¿una nota?

- Lo vas a gritar por todo el instituto. Si que estas loco, Yunho. Pero así y todo se te quiere. Como ese Yeosang no te haga caso esta vez...

- No amenaces, San. Es muy tímido. No es su culpa.

- Esto es una locura.

Yeosang cerró la puerta del baño de golpe. ¿Por qué tenía que ser tan estúpidamente cabezota? Con todo lo que le había costado escribir aquellas notas, armarse de valor para volver a clase, aguantar estando a su lado pero sabiendo que todo había acabado... ¿Por qué no era capaz de dejarlo en paz? Le había dicho que lo hiciera. Tampoco podía culparlo. Él mismo había salido a buscarlo. Pero no podía quedarse a escucharlo. No podía hacerlo. Si lo hacía sabía que sus esfuerzos serían para nada y volvería a caer. Volvería a dejarlo entrar.

Volvió a su clase con decisión para recoger sus cosas e irse antes de que el timbre tocara. Lo hizo rápidamente para llegar antes de que los chicos terminaran de subir las escaleras y en el mayor silencio que pudo para no ser descubierto.

- Hola de nuevo Yeosang. ¿Cómo está Yunho? - le preguntó el profesor cuando volvió a entrar en clases.

- Está... perfectamente, pero... tengo que... salir de clases antes hoy. ¿Le... le importa?

- Faltas mucho a clase Yeosang... No creo que sea bueno.

Tener aquella conversación con todos sus compañeros delante era demasiado horrible para él - Por favor... En serio. Necesito irme...

- Bueno, tu madre ya dio justificación para esto así que supongo que puedes irte. Pero intenta no faltar tanto ¿sí?

El chico asintió antes de coger sus cosas y marcharse del lugar con la mirada de todos en su espalda. No podía con aquello. Simplemente, no podía. Se cuidó de que ni Yunho ni San lo vieran salir de clase porque entonces lo detendrían y nada de aquello serviría para algo. Aprovechó un momento en el que el alto miraba su reloj y el otro comprobaba el altavoz para correr a las escaleras intentando hacer el menor ruido posible. Bajo en silencio y, cuando pensó que ya no lo oirían, comenzó a correr.

My Precious Treasure: Why so shy? [YUNSANG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora