33》¿Soy fuerte?

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¿Tristeza?

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¿Tristeza?

¿Enojo?

¿Cómo mierda me debo de sentir ahora? soy una maldita mezcla de ambas cosas, estoy enojado, triste, pero algo más, estoy aterrorizado. Es un sentimiento de impotencia, ser destruido en mil pedazos, ver a los que te rodean morir y no poder hacer nada al respecto es lo más frustrante. Sentir el vacío, que, de un parpadeo, las personas desaparecen, dejan huellas en el alma,

Joey...

Nora...

Beatriz...

Trevor...

No están, de un día para otro ya no estuvieron para mí, nos despedimos con un te veo mañana, sin tener la certeza de que sería nuestro último adiós, sin tener idea de que no nos volveríamos a ver, y ahora, estoy solo. Tengo tanto miedo, y me atrevo a confesar que le temo a la muerte como nunca antes lo había hecho.

No puedo respirar y tampoco puedo parpadear ante la sensación vacía y la opresión en el pecho que tengo justo ahora, mi cuerpo me está traicionando y ni siquiera puedo respirar, no puedo ver a Ariel ni a Astartea a los ojos, pero por el rabillo de mis ojos veo que Astartea está estática y no deja de mirar a Ariel. Quietos, en silencio y yo con el alma destruida.

Otra vez, a causa de un Hunt.

Sin embargo, no tengo ganas de discutir, no tengo fuerzas para hacerlo, no quiero hacer nada, simplemente quiero en contra de nadie porque sé cómo terminará esto, sé que me dejará golpearlo y decirle lo hijo de puta que fue, solo porque se siente culpable, no, no necesito su lastima. Solo quiero gritar, solo. Quiero correr, aunque sé que mis extremidades me traicionaran y ver a mi amigo, necesito correr a Joey y verlo, sentir una mínima pizca de esperanza de que está vivo y que no me abandonó, él no, por favor Dios él no. Tiene que ser una puta broma, no puede estar muerto. Era el único que me quedaba.

Sin hablar y sin siquiera mirarlos, me giró sobre mis talones como un robot, como si mi cuerpo reaccionara a un modo automático, y salgo de la habitación sintiendo un nudo en mi garganta, mis ojos arden y la opresión en el pecho es cada vez más intensa, una presión que por más que me pasé la mano por ahí, no se va.

—Gabriel por favor detente, no te vayas así, estas muy alterado —pronunció con cautela la voz femenina que me tiene tan estúpido, Astartea.

Me detuve en seco, con la respiración agitada y mi corazón latiendo cada vez más fuerte, así que me giré sobre mis talones encarándola, tenía el semblante preocupado, y se acercaba lentamente a mí—. No quiero estar aquí Astartea, necesito estar solo —susurré apenas encontrando mi voz.

Su semblante decayó, sus preciosas facciones se debilitaron y la tristeza en sus ojos me apretó el corazón, pero lo peor de todo es que justo ahora, no me interesaba, no me interesaba como se pudiera sentir ella porque el único que está sufriendo ahora soy yo, no ella porque a ella no la metí a esta mierda, y me siento tan culpable por haber metido a mis amigos, como si alguna manera, parte de su muerte, fuera culpa mía.

ASTARTEA. [1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora