-!¿Que?! ¡¿de que están hablando?!- Me quedé perpleja en la entrada de mi casa con mis maletas a los pies y la puerta medio abierta tras de mi. No podía creer lo que me decían mis padres.
-Lo siento cariño pero ya te explique nuestra situación!- Habló mi madre con lagrimas en sus ojos. -¡Venderte como esclava era la única solución que encontramos para pagar nuestras deudas que nunca vamos a especificar, no teníamos alternativa! verdad gordo?
-Si- Afirmó Luis maverick
-Ahora tienes que ir con tus nuevos dueños hija...-
No podía creer lo que estaba pasando... bueno la verdad si pero de todas formas se me hizo muy culero.
-Esta bien, yo entiendo...- Dije mientras agarraba mis maletas y abría la puerta. Me dirigí hacia el auto esperando en la banqueta, no sin antes darle un ultimo beso en el lunar del escroto a mi perro salchicha, al verlo no pude evitar sonreír y sentir una sola lagrima bajar por mi mejilla, una lagrima de tristeza, de amor, de sueños rotos.
Finalmente llegué al auto y al abrir la puerta no podía creer lo que veía.
-¡¿Belinda!?- Se me enroscaron los choninos de la impresión ¡es belinda wotefok oh por dios!
-Con que tu eres yarleth eh? ven sube, todos te esperan en la mansión-
-S-si!- Rápidamente entré al asiento trasero del auto, dejando mis maletas junto a mi. Fue en ese momento que me di cuenta de que... ¡Estaba en una limusina! Que bien que tenía una maleta muy pequeña en mi regazo, me hubiese dado mucha pena que Belinda viera que me estaba miando de la emoción.
Luego de unos segundos escuché el auto encender y nos fuimos.
La mayor parte del viaje Belinda se la pasó hablando de sus pies y sobre cosas que se sentían ricas de pisar.
-Em... Belinda, podrias dejar de hablar de tus pies?-
Ella se sonrojó -Yo me equivoque, me precipite, Oh oh lo siento-
.......................TIME SKIP ME VALE VERGA.........................
Por fin llegamos a una mansión enorme, mas que mansión parecía preparatoria y se me hizo bien pendeja pero no dije nada al respecto.
-Bueno, ya puedes bajarte- Dijo Belinda mientas quitaba los seguros de las puertas.
Me levanté y miré el asiento donde estaba, me mie tres veces en el camino asi que estaba empapado pero eso es su problema ahora, tomé mis maletas y me fui.
La puerta de la mansión se abrió y lo que vi provoco que mis riñones se sangolotearan.
-Grrr-
-¡¿ BRYAN AMADEUS!?- Detrás de el aparecieron los demás miembros de Moderatto como los niños de la otra cuadra en los chicos del barrio -¡¡¡OH POR DIOS SON MODERATTO!!!!- Un charco de orina se formó a mis pies escurriéndose en toda la entrada y se agacharon a olerlo.
-Si somos- Afirmó bryan -Tu debes ser la nueva criada, pasa siéntete como en casa- Los 5 se movieron de la puerta para dejarme entrar.
Belinda miraba desde la entrada con los brazos cruzados y una mirada de enojo sobre Bryan. - Esa boba niña nais...- Pude notar que estaba... celosa?
La mansión era muy grande, se veía como mansión no sé me da weba describirlo.
-Puedes dejar tus maletas en tu habitación arriba- Dijo bryan cerrando la puerta.
-Esta bien... y perdón por lo de la entrada o///o- Dije un poco apenada
-No te preocupes eso lo limpia la otra criada, quien por cierto es tu compañera de habitación- Bryan se acerco para darme la mano y me clavó ua placa de metal en la muñeca, lo cual me hizo disparar un chorro de orina del dolor. El sonrió. -Si tienes otro problema como ese solo dímelo pero solo a mi a nadie mas ok? Un gusto tenerte trabajando aquí :)-