fantasma

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Aquel era el día pensó Anelise al entrar en aquel gran lugar, el vestíbulo siempre imponente la recibía una vez más, la nostalgia la incomodaba, se relamió los labios y repaso mentalmente su plan, ella no tenía nada contra esa familia, era cierto que la habían atendido perfectamente pero no terminaba de adecuarse al que se suponía era su lugar, algo parecía no encajar del todo.
Frederick asomó su castaña cabeza por el pasamanos saliendo del saloncito de música. Esa era otra cosa que le molestaba, sabía que era cada habitación, a pesar de no recordar haber estado allí, sabía que era su amnesia pero no quitaba que se sintiera como una intrusa.
- Mami está aquí- sonriendo y deslizándose por el barandal el pequeño aterrizó frente a ella y le rodeo los muslo con ambos brazos. Mientras una sonrisa se extendía en su rostro. Tenía que protegerlo, necesitaba saber más de ellos pero no quería seguir arriesgando a su pequeño de esa forma.
- Dery ¿Cuántas veces te he dicho que no corras en las escaleras o te deslices por el barandal? Te puedes caer y lastimarte- Anelise lo reprendió cargando lo contra su cadera. Frotó sus narices causando una carcajada del infante.
- Bienvenida a casa Ali- aquella voz hizo que un escalofrío la recorriera de arriba a abajo. - ¿Cómo te ha ido en el trabajo el día de hoy?- Anelise lo observó ligeramente incómoda, ese hombre no podía saber lo que ella había estado haciendo, había sido en extremo cuidadosa. Pero un algo en su mirada le hacía saber que él no estaba molesto si no furioso.
- Tan bien como siempre, gracias.- Le ofreció la mano para suavizar el efecto de sus palabras - buenas tardes sr. K. -ella sabía que a él le molestaba que fuera tan formal pero una parte de ella ansiaba hacerlo rabiar. K forzó una sonrisa y por un momento Anelise sintió que era una presa en la mira de un cazador mientras el demoraba un poco al besar su mano.
- Me alegró, ¿Gustas tomar algo?- Y ella se sentía entre feliz e incómoda al escucharlo tutearla.
- Vamos mamá así te enseño lo que he hecho hoy- Analise observó al pequeño que parecía realmente entusiasmado. - Además papá me ha estado enseñando a montar a caballo, papá ¿Podemos dar una vuelta?-
- Por supuesto, ¿Porque no vas a avisarle a Logan que tenga los caballos listos?- Frederick bajo de los brazos de su madre tan rápido que está a penas pudo reaccionar deteniendolo por el brazo.
- Cariño pero yo no sé montar y ¿No quieres ir a casa? Iremos al parque y...- Frederick hizo un puchero que la hizo titubear.
- Ve Dery, yo me encargo- el niño no perdió tiempo en recuperar su sonrisa y salir corriendo dejando a Analise indignada. -Sabes que es peligroso que salgan de la mansión, si quieres ir al parque tenemos uno en el lado este- gruño K apenas quedaron solos en el gran vestíbulo.
- El es un niño y necesita relacionarse con otros niños y, hasta donde sé, no hay en el lado este. - Replicó airada.- Además acordamos que yo me haría cargo de Dery a partir de mi salida del trabajo el viernes, el fin de semana, y hasta la mañana del lunes. Y quiero llevarlo a casa- ambos se retaron con la mirada.
- Dentro de los límites de la mansión, creí haberte explicado que era muy complicado un despliegue de seguridad para esto y que la caja de zapatos (que no es otra cosa que un apartamento viejo) a lo que llamas casa, no tiene las medidas necesarias para que se queden allí, además ¿Cuando vas a hablar con tu casero y traer tu lindo trasero a la mansión? Mi paciencia se agota Ali y si tú no lo haces tendré que ocuparme yo mismo- ambos hablaban bajo y estaban bastante cerca, ambos molestos y con el corazón latiendoles a mil.
- Y yo ya le he dicho que usted no tiene autoridad alguna sobre mi como para ordenarme algo así, comprendo que para ustedes sea importante la seguridad pero Dery y yo hemos vivido en la caja de zapatos bastante bien hasta ahora. Y entiendo que lo quieran cuidar, pero no es algo que se extienda a mi, y en los días que me tocan los quiero lejos de nosotros y-
- Claro y que suceda lo mismo por lo que nos volvimos a encontrar- dijo K destilando sarcasmo - estás loca si crees que me arriesgaré a algo así. Este es un ultimátum, te di la opción de trasladarte a una de las casas seguras que tenemos o venirte para acá, si para mañana no has llamado a tu casero lo haré yo y mañana mismo estarás instalada en una habitación en esta casa.- Analise abrió la boca dispuesta a refutar pero él se le adelantó - Y más te vale que dejes de perder a tus guardias, deja de comportarte como una niña caprichosa, es por tu seguridad-
- El que me ponga guardias solo pinta una diana en mi espalda y ¡no puedo llevar a Dery al parque porque apenas un niño se acerca para jugar con el sus hombres lo apartan! ¡Él necesita interactuar con niños de su edad! ¡Y usted no tiene derecho alguno como para ponerme un jodido ultimátum e imagino que sabe por dónde se lo puede meter! Iremos a esa vuelta solo porque Dery lucía muy emocionado y luego nos iremos a casa sin un solo guardia. Si algo sucede asumiré toda la responsabilidad. Y ese incidente no tuvo nada que ver con ustedes.-  en ese momento Frederick entro y tomo a su madre de la mano tirando de ella hacia la salida.
- Y ya sé cómo sentarme en la silla y no caerme, además de que ya puedo controlar a Lucius, es un potro muy bonito y es color café y ya no me da miedo, te gustara- Anelise siguió a un parlanchín Frederick hasta donde esperaban ciertamente un potro café y un caballo. Frederick monto rápidamente al animal y volteo a mirar a su madre con orgullo al hacerlo tal y como su padre le había enseñado, Analise le sonrió antes de ser alzada hasta la grupa del caballo negro. Detrás de ella montó K rodeándola con sus brazos para sostener las riendas.
- ¿Porque no guías el camino Dery?- el niño sonrió encantado y guío su montura hacia la zona del laberinto, a él le gustaba mucho pues en el centro había un bonito invernadero con muchas flores de distintos colores.
Mientras el niño iba hablando de las veces que se perdió y de todos los tipos de plantas que había aprendido a distinguir Anelise se removía al estar tan pegada a K, ciertamente preocupada de que su hijo no controlará bien al potro o que se cayera o...
- Es un buen jinete, confía en él, es un pequeño genio y es hábil. Y por él amor a los dioses Ali deja de moverte que no soy de piedra- ella se sonrojo mientras el apretaba su cintura con un brazo y gruñía contra su cuello. Procuró relajarse apoyando su espalda en el amplio pecho de K. El paseo se alargó algunas horas y aunque Analise lo negara lo disfrutó bastante. Hasta el punto de regocijarse por el intercambio de distraídas caricias entre K y ella.
Finalmente eran las 8 de la noche cuando Analise cargando a un dormido Dery se montó en su auto.
-Gracias por todo-

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2023 ⏰

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