Capítulo 4

512 23 3
                                    

Kate se despierta sobresaltada y envuelta en un sudor frío tras haber tenido una pesadilla. Se levanta para comprobar que Castle está bien y le da un pequeño beso en los labios. Deja su frente pegada a la de él y susurra un débil “buenos días mi amor.” Una voz femenina y madura llama su atención.

-Buenos días Kate, ¿cómo has dormido?

 -Hola Martha. Bueno…el sitio no era muy cómodo- señala el sillón- pero he dormido lo suficiente.

-Pero no has descansado lo suficiente. Ahora que estoy yo aquí puedes irte a casa, darte una ducha y dormir en una cama.

-Yo…

-Tranquila, si ocurre algo te llamo sin falta.

-No Martha, no quiero irme. Rick me necesita y no pienso moverme de su lado.

 La actriz no va a insistir más. Conoce a Kate y sabe que no va a poder convencerla de lo contrario. Es cabezota, igual que su hijo. Se enternece al ver la mirada que Kate le dedica a su hijo. Se alegra de que Richard tenga a alguien como Kate a su lado. Coge unas de las sillas y se sienta a su lado.

-Kate, quiero hablar contigo- le coge las manos. –No pude evitar oír lo que le dijiste ayer a Richard, ¿Qué le quisiste decir con que no se podía ir ahora? ¿Algo va mal?

Kate deshace el apretón, se lleva las manos a la cara y comienza a llorar al recordar el porqué de esas palabras.

-Katherine no llores- le coge la cara para limpiarle las lágrimas. –No me lo cuentes, no quiero meterme donde no me llaman.

 -No Martha, no es nada. Puedo contártelo- dice más tranquila. –Os lo íbamos a decir antes o después. Verás, la noche antes del accidente, Rick y yo estuvimos hablando sobre nosotros, sobre nuestro futuro.

-¿Tenéis problemas?

-No, no es eso. Estamos mejor que nunca- coge fuerzas para intentar contener las lágrimas.

-Venga Kate, suéltalo ya.

-Esa noche…esa noche hablamos sobre el tema de ser padres y decidimos que era la hora, decidimos comenzar a formar nuestra familia. Pero ahora…ahora ocurre esto- no puede contener las lágrimas y comienza a llorar de nuevo.

 -Oh querida cuanto lo siento- la estrecha entre sus brazos también visiblemente emocionada. –No debes llorar más, me oyes. Lo que le ha ocurrido a Richard no significa que ya no podréis tener una familia. Se recuperara y tendréis un hijo precioso.

-O hija- ambas ríen, pero a Kate le dura poco la sonrisa. –¿Y qué pasa con lo que ha dicho el doctor? Lo de que las paradas del corazón le han podido ocasionar daños cerebrales.

Martha no sabe que contestar ante esa pregunta. No quiere pensar en eso. Levanta la mirada para ver a su hijo y para encontrar las palabras adecuadas.

 -No estaba totalmente seguro. Ha dicho que en algunos casos se producen daños y en otros no- se levanta y coge la mano derecha de su hijo. –Confiemos en que Richard no ha sufrido daño alguno.

El silencio se instala entre las dos mujeres. Kate observa los gestos de cariño que Martha dedica a Rick y desea poder hacerlos algún día con sus hijos. Después observa a Castle, inmutable en la cama. Lo único que desea en este momento es que él despierte y puedan continuar con sus vidas. El silencio comienza hacerse incómodo hasta que al final habla Martha.

-Voy a por un café, ¿quieres uno?

 -Sí, por favor.

Beckett se levanta del sillón y comienza andar por la habitación para estirar las piernas. Las tiene agarrotadas de pasar toda la noche ahí sentada. Complementa el paseo con movimientos de cuello y brazos.

-Hola Beckett.

-Alexis, hola.

-¿No está mi abuela?

-Ha salido un momento a por unos cafés. Viene enseguida.

-¿Cómo esta?- señala hacia su padre.

 -Sigue igual.

Las dos se quedan mirando hacia la cama. En ese momento llega Martha.

-Alexis cariño, ¿qué haces aquí? ¿No deberías de estar en la universidad?

-Sí, he salido un momento. Quería pasarme para ver si todo iba bien.

Hablan durante un rato, hasta que un gemido llama la atención de las tres. Es Castle. Se está despertando. Se dirigen hacia él rápidas.

-¿Dónde estoy?- dice aún con los ojos cerrados.

-Castle cariño, estas en el hospital- acaricia su brazo.

 -¿Cariño?- abre los ojos rápidamente sorprendido por la palabra y se fija en Kate. –¿Te conozco?

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora