El viaje a amarme a mí misma comienza un año atrás.
(Les recuerdo que escribí esto en 2020)
Fue un año difícil, una etapa cuando todo parecía irse en picada, de esos años cuando la mala suerte está en cada paso que das, y no conforme con verte hecha pedazos se te caga de risa en la cara.
Porque sí. A veces la vida es una perra.
No fue de un día para otro, fue todo un proceso. Es como todo cambio, al principio te niegas a aceptarlo, pero una vez que te entusiasmas con ello, es difícil que te paren.
Comencé a amarme a mí misma.
Di el primer paso.
Y ahora la pregunta del millón. Esa que muchas veces yo también me hice.
¿Qué tan difícil puede ser amarse a uno mismo?
La verdad resulta mucho más difícil de lo que parece. Pero lo bueno está en intentar. Y cuando se me mete una idea en la cabeza, es mejor cortarme la cabeza que arrancarme la idea.
Nunca me había puesto a pensar todas las veces que dejé de lado esa premisa tan importante.
Poniendo excusas. Como lo hago después porque ahora me necesitan, más tarde porque ahora tengo que lidiar con otro problema, luego lo hago...
Y así, miles de veces dejé para después lo más importante.
Amarme a mí misma.
Pero me di cuenta de que eso estaba mal, porque cuando yo caí nadie estuvo allí para ayudar a levantarme, o eso fue lo que yo creí, estaba ciega, estaba tan asustada y dolida que no podía ver quien era quien. Y créanme que cuando la venda cayó, deje de ser esa niña ingenua a la que podían manipular fácilmente, esa a la que conformaban con nada, esa a la que todos pisoteaban.
Esa versión de mí se quedó en un rincón, y a la espera de ser salvada, en el largo recorrido esa pequeña versión de mí fue rescatada por esta versión que soy hoy. Un poco más fuerte, más valiente.
Más segura de sí misma y que se cree capaz de todo. Porque puedo, porque lo merezco, porque soy capaz de hacerlo.
Una que sabe el valor que tiene y que merece, una a la que no es fácil de llegar.
Hoy tengo el valor de tomar a esa pequeña y decirle, valió la pena el recorrido, valió la pena cada lágrima y mal rato, y sí que lo valió, porque hoy sé que si yo no me amo a mi misma, nadie lo va a hacer por mí.
Mi yo del 2019 no creería todo lo que hemos cambiado en estos tres años...
Pasamos por mucho.
Caímos más veces de las que puedo recordar. Pero en todas y cada una de ellas nos levantamos.
Lloramos hasta quedar secas.
Tuvimos noches largas de insomnio.
Días grises.
Oscuros.
Desolados.
Pero un día la luz llego.
Nos reinventamos.
Nos perdonamos.
Aprendimos a brillar con más intensidad.
Nos abrazamos.
Somos una sola.
Y ahora sé que si yo no me sostengo nadie lo va a hacer por mí.
Me amo con mis errores y aciertos.
Me amo. Me amo.
***
Hola!!!
Y vos ¿Te amas?
No tengan miedo de dudarlo.
No tengan miedo de verse al espejo y que nos les guste lo que ven.
Es completamente normal. Pero lo bueno esta en intentar. Algún día te vas a mirar y te vas a amar por completo. Solo date tiempo.
Lxs quiero. Vale 💜
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Pequeñas Cosas ©
Poesía"Amarme a mí misma fue el mejor acto de amor que pude hacer por mi" Pequeñas cosas es una forma de expresar todo el proceso que me llevo confiar y amarme. En estos relatos intento sacar el dolor que guardaba en mí y me impedía avanzar. Porque sé que...