Capítulo 9

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— La extrañaré —

— Finn ya no llores, todo estará bien — acarició mi hombro reconfortandome para tratar de calmarme. Ciertamente no daba resultado, el pecho me dolía, el centro de mis palmas ardían y la cabeza me daba vueltas por tener el ceño tan fruncido —. Odio verte así, más de esta manera — volteo a mirarla, estoy recostado en el cuarto de huespedes de su casa, las luces encendidas, un bote de helado medio vacio y la televisión encendida en el programa de noticias —.

— Pero duele Mills — sollozo, carraspeo y con clinex me limpio los hilos de mocos que han salido —. Ella me completaba, estaba seguro de que era la indicada — las últimas lágrimas recorren mis mejillas, las cuales se encuentran y recorren mi mejilla derecha —. Era mi todo — digo sin animo —.

— Pero Finn esto no es la culpa de ambos, es de Noah — habla, asiento —. Sin embargo tendrás que esperar, tendrás que dejar que esto pase — eso me destruye, por que tuve que esperar por mucho, pasé por mucho para que Cooper y yo estuvieramos juntos, ¡y lo sabe! —.

— Eso no es lo que quería — suspiro, observo la TV, después a ella, muestra su perfil, está atenta. Me ha apoyado demasiado, es muy buena conmigo y estamos tan distanciados, me reincorporo, decido abarazarla, parece que no tenía idea de que haría eso —. Gracias Millie, por todo —.

— Aww... Finn — apuesto a que está sonriendo —. Sabes que eres mi mejor amigo, me importas mucho. Tienes mi apoyo, saldrás de esto, lo sé — nos separamos, decidimos hacer maratón de películas —.

En cierta forma me he quedado con la melancolía, ya no hay dolor o tristeza, de algo estoy seguro, la extrañaré.

[ • • • ] Narra T/N:

— ¿Y qué piensas hacer al respecto? — me preguntó Nick. Nos encontrábamos sentados en la banca de un parte, observabamos a George jugando con sus juguetes, solo y al parecer se divertía —.

— No lo sé. No pienso vivir en un engaño — suspiro —. Pero tampoco puede regresar con Finn así como así — aclaro —.

— Tal vez no. Pero en algún momento van a coincidir — habla —.

— ¿Cómo? — lo volteo a ver —.

— Me refiero a que si realmente hay ese amor, esa química que une a las personas, probablemente vuelvan a ser novios sin saberlo — frunso el ceño —.

— No entiendo — se golpea la frente —.

— Se van a reconciliar. Se besaran o se darán un afecto y sólo eso les hará pensar que las cosas son como antes y poom... Son felices, se casan, tienen hijos, fin — río un poco. George se nos acerca y nos muestra lo que acaba de encontrar. Es un anillo, una pequeña guitarra, es sencilla pero elegante —.

— ¿Dónde la encontraste? — decimos al unísono Nick y yo —.

— Estaba entre la tierra y el pasto, se ve bonito — sonrío de lado —.

— Si. ¿Quién lo botaría? — cuestiona Wolfhard —.

— No lo sé — suspiro, guardo el anillo en mi bolsillo —. Bueno, ve por tus juguetes. Vamos a la casa — asiente y se va —. ¿Quieres que vayamos a comer? —.

— Si, claro. ¿A dónde? — me quedo pensando por un momento —.

— Comida china — volvemos a decir al unísono y reímos —.

— Será eso entonces — George viene con nosotros y nos dirijimos a la salida del parque —.

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora