Era un frío mes de enero en el centro de Madrid y esa noche, Luisita estaba más nerviosa que de costumbre por lo que estaba por hacer y quería que todo estuviera más que perfecto.
Había quedado en el King's con Amelia, su pareja desde hacía 6 años, y con la que compartía piso desde hacía 3.
Luisita estaba segura del paso que quería dar, y cada vez estaba más convencida de que su novia, también lo estaría deseando. Alguna vez lo habían comentado, solo hacía falta esperar el momento indicado,y ella, sabía que de ese 10 de enero no iba a pasar. Era su aniversario y su corazón le indicaba que era el momento perfecto.
Amelia,como siempre, llegaba un poco tarde, así era ella, impuntual... Pero eso a Luisita le daba ternura y siempre la terminaba perdonando, por los pucheros que ponía, y los besos que recibía como súplica por su perdón.
Amelia caminaba hacia aquel encuentro con su novia, estaba un poco desconcertada por la llamada de Luisita. Aquella tarde quería invitarla a cenar por su aniversario pero no sabía si su novia se acordaría, ya que era muy despistada, justo estaba a una calle de llegar al King's, que vio un pequeño local abierto que llamó su atención. Una joyería; se acercó sin dudarlo, ya que recordó que no tenía nada para su novia, en un día tan especial. En un pequeño aparador notó una pequeña cadena con el símbolo de la luna. Sin pensarlo mucho, pagó y siguió por su camino hasta el local donde Luisita la estaba esperando.
Cuando llegó a la puerta, vio que estaba entreabierta, pero escuchó una voz familiar dentro, y no tardó nada en reconocerla. Se arregló el pelo, se colocó bien la ropa, y se mentalizó.
Entró, bajó las escaleras, y allí estaba. En la barra, sentada en uno de los bancos altos, con un cigarro entre los labios.
- Pero qué guapa estás, ¿no? - dijo Amelia nada más llegar abajo del todo de las escaleras - Si lo llego a saber, me pongo al mismo nivel que tú...
Luisita se asustó al oírla, pero dibujó una sonrisa cuando la vio acercarse a ella, tan reluciente, con su sonrisa.
- Tampoco es para tanto... Es lo primero que he pillado del armario, la verdad. - contestó Luisita.
- Ya, claro... Lo primero, después de cambiarte de ropa mil veces, ¿verdad? Confiesa...
- Pues sí. Esta mañana cuando te has ido me he dedicado a buscar ropa en todo mi armario... y en el tuyo también... ¡PERO-LO-HE-DEJADO-TODO-ORDENADO!
Amelia algún día de estos iba a matar a Luisita, porque cada vez que rebusca en su ropa, aún sabiendo que no se va poner nada, lo deja desordenado.
Amelia se dio cuenta que aquel lugar estaba decorado de una manera muy especial además de su símbolo; aquella luna de cartón que tantos recuerdos les traía.
- ¿Y todo esto cariño a que se debe? - quiso saber Amelia.
- Pues quería consentir a mi novia, ¿acaso no puedo? Además que hoy es un día especial...
- Que yo sepa para nuestros cumpleaños todavía faltan...
- Hoy tienes mucho sentido del humor, ¿eh? - soltó Luisita entre risas.
- Tranquila cariño, recuerdo que fecha es hoy. Jamás se me olvidaría, que desde hace 6 años, el 10 de enero es el mejor día del año.
- Por eso te quiero tanto... - dijo Luisita robándole un beso.
- ¿Y se puede saber tu llamada urgente de hoy? Me has dejado un poco preocupada... - confesó Amelia
- ¿Cenamos y te lo cuento?
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10 de enero
Short Story- Antes de nada, queremos aclarar que esto, está escrito desde el humor y el aburrimiento. - El King's, una vez más, es testigo de un paso más en la historia de Luisita y Amelia. Ambas, con ganas de quererse y de tenerse. - Esta historia está co-es...