Capítulo 7: Algo anda mal

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Me desperté, vi la hora y eran exactamente las 6:00 Am.

Mi alarma no había sonado, y era raro, porque todos los martes me tocaba ir a trabajar, me vestí rápidamente, me bañé, desayuné y cuando estaba a punto de salir me percaté de que... No era martes, era miércoles, los miércoles eran días libres para mí, por eso la alarma no había sonado.

Pero, eso no era lo raro... Apenas era la punta del iceberg, yo no recordaba nada del día martes, sólo el lunes cuando discutí con Ángela, y salí en la camioneta, de ahí no recordé ni como regresé a mi casa, quizá estaba muy hebrio, aunque aún así, ¿cómo es posible que ya era miércoles y no recordaba el día anterior en lo absoluto?

Aparte de eso, sólo tenía memoria de que esa noche tuve un sueño muy raro, no obstante no estaba seguro si lo soñé el lunes, el martes o ese mismo miércoles, estaba muy confundido.

En mi visión onírica estaba mi padre, mi abuelo y yo. Estábamos en la casa familiar que quedaba en Verona, Italia. La cual visité muchas veces de niño.

En la casa, la piscina estaba llena de agua, pero salada, habían tiburones en el fondo y yo estaba en ella, como con una especie de flotador, mi padre y mi abuelo estaban sentados, mi  papá en un columpio, sujetando una cuerda, y mi abuelo sentado en su silla, rascándose la barriga.

El primero en levantarse de su asiento e irse, fue mi abuelo, no obstante era muy raro, porque antes de eso, él no dejaba de rascarse el estómago, justo en donde le dispararon 5 veces cuando lo mataron en su hogar para robarle hace unos 8 años, ahí en Italia.

Posteriormente, yo, que estaba sujetándome del flotador, empecé a hundirme lentamente al fondo de la piscina y mi padre se iba parando poco a poco de su silla, para finalmente amarrar la cuerda que tenía en sus manos en el árbol y ahorcarse, mientras lloraba diciéndome "espero salgas hijo, sal de ahí por favor".

Quedé estupefacto con aquél sueño, sin embargo le resté mucha importancia cuando vi algo mucho más extraño...

Revisé mi celular y tenía 6 llamadas perdidas de Ángela, y un mensaje diciéndome:

+ "Roy Valentín, vuelve a casa ahora mismo, mira la hora, ¡ya son las 11:20 pm! Ven, amor, no quiero dejar tu apartamento solo, hablemos aquí, esperaré a que vuelvas, recuerda que mañana debes ir al trabajo y yo a la universidad, necesito dormir:("

Después de eso no me escribió más, sólo me siguió llamando entre todo el día martes, supongo que se había cansado, sin embargo, ¿cómo es posible que yo no recordaba nada del lunes en la noche ni del martes? Era algo muy sospechoso para mí porque no era de esas personas que se emborrachaban o se perdían por mucho tiempo, además mi memoria solía ser muy buena. 

Posteriormente, vi mi celular y tenía un mensaje del día de ayer, cuando me correspondía trabajar, mi socio y vicepresidente de mi compañía, Andrew Soto, me había escrito, diciéndome... 

* "Roy, qué sucede? Te encuentras bien? Tu novia no deja de llamar y preguntar dónde andas, recuerda que hoy vienen los nuevos inversores, no tardes colega. Por cierto, espero estés bien, jefe".

Aparte de ellos dos, no había más nadie que me hubiera escrito.

En seguida respondí todos los mensajes que tenía pendiente, en primer lugar los de Ángela, pero... Un minuto después, noté que no se habían enviado, ninguno de los mensajes que escribí se enviaron, me decía que había ocurrido un error, pensé que era mi internet o la señal, pero, ambas estaban funcionales, no tenían ningún problema. Intenté e intenté sin cesar reenviar los mensajes una y otra vez, pero por alguna razón me decía  "error en el envío".

Me cansé de intentar enviarlos y pensé en mejor ir a donde ella vivía para poder arreglar las cosas, pues ya estaba un poco más calmado, pero luego decidí mejor quedarme en casa a esperar a que ella viniera. 

Se habían hecho las 4:00, ella solía llegar de la universidad a las 3:30 Pm, y venía a mi casa justo a esa hora o más temprano. Escuché que tocaron la puerta, y mi alegría se disparó al cielo, estaba seguro de que era ella y fui corriendo a la puerta, hasta que... 

Vi que eran unos testigos de Jehová, yo estaba muy sensible e irritable en ese momento por lo que el simple de hecho de que no fuera ella, me colmó de una molestia exorbitante, sintiendo una desilusión enorme que sólo dañaba mi corazón en cada latido que hacía. Por esa razón, ni me inmuté, no les dije una sola palabra, ni abrí la puerta.

No podía dejar de pensar que ese era uno de los días más raros de mi corta vida. Después de ignorar a los señores que hablan acerca de la palabra de Dios, me dirigí al baño a lavarme la cara y posteriormente a darme una ducha, mi olor estaba cada vez peor, lo más extraño es que ya no percibía aromas, sólo el mío propio, que a decir verdad no era nada agradable, olía a pescado podrido...

Cuando me fui a ver en el espejo después de bañarme, noté algo mucho más tétrico; estaba pálido, y mis labios se estaban desprendiendo. Me pareció muy inusual, pues nunca me había sucedido algo así, no obstante preferí pensar que se debía al consumo excesivo de alcohol de mis días anteriores.

Se hicieron las 8:00 Pm, estaba en la sala viendo la televisión y ella me escribió, diciéndome:

+"Roy, pensé que hoy me escribirías:(, dime dónde estás, Roy Valentín, no me hagas esto"

+"Te llamo pero se oye sin señal, ¿qué sucede? ¿Aún estás molesto? Mañana voy para allá, buenas noches...".

Esas fueron unas de las últimas cosas amable que me diría, yo le respondí pero aún el texto ni se enviaba! Era horrible recibir su amor y no poder darle respuesta. Sin embargo, decidí pensar que sólo era un error de la compañía telefónica y pronto, quizá al otro día lo solucionarían. Al menos eso esperaba porque ya el viernes cumplía mis 28 años y quería que ella supiera lo mucho que la amaba, después que arregláramos todo.

ROY: La Historia De Los Muertos Atrapados [En Proceso] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora