Cap 11 -La gente lo sabía, la gente lo deseaba-

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Créditos a Caethy.x en instagram por la ilustración.
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N.O.

-Hablando del rey de Roma...- Susurro Mira al más alto con una sonrisa pícara para luego que los dos saludaran al pelirrojo; y al escuchar lo que le había dicho Mira, Adam le pateó levemente debajo de la mesa, pues no quería que el otro se enterara de que estaban hablando justamente de él.

-Bueno... Solo les vine a saludar. Ya me voy.- No dejo que sus amigos le respondieran ya que este rápidamente fue adentro de Santas Donas para comprar el producto estrella del lugar.

-Le tienes loco...- Arqueo una ceja.

-Ja, no lo sé.-

-¿Por qué no?-

-Simplemente no lo sé.- Le dijo el más alto mientras bajaba la vista con una sonrisa que tenía una pisca de tristeza, pues, sabía que la otra noche Kai estaba ebrio y cuando uno lo está, hace cosas un poco locas.

El pelirrojo mordía sus uñas con algo de nerviosismo mientras miraba por donde había entrado.

Compró media caja de donas de chocolate, y al probar una, toda la preocupación había desaparecido por arte de magia. Agradeció al vendedor para salir, y cuando lo hizo se encontró con la mirada de Adam.

"¿Que hago, que hago?

Oh por dios, es tan lindo... ¡Ahg. Kai, piensa!

¿Podría sentarme con ellos para hablar? No... Sería un poco extraño.

¿Irme como si nada? Tampoco...

Tengo que dar el siguiente paso... Pero ¿Adam realmente siente eso por mí?

Bueno, si. Se declaró pero yo no le dije nada, y como estaba ebrio quizá...

¡No, no, no! ¿Piensa que no me gusta? ¿Piensa que solo lo hice por estar así?

¡Tengo que hacer algo!"  Cuando salió de sus pensamientos se dio cuenta que miraba fijamente al que le gustaba."Tragame tierra..."

Se acercaba a la mesa decidido, pero cuando ya estaba ahí, se quedó pedrificado mirando entre el espacio de Mira y Adam. Los dos últimos mencionados le quedaron mirando con leve confusión.

Kai aclaró su voz listo para hablar, abrió la boca para pronunciar unas palabras y así tal cual, repentinamente las piernas del pelirrojo comenzaron a caminar con dirección a su casa; Su corazón le pedía a gritos que se devolviera, pero este no le hizo caso. Pero algo tenía que hacer, algo que marcara una diferencia, pero ¿qué?

El chico con poderes de fuego no tenía suficientes agallas como para pedirle una cita. ¿O lo que digo es erróneo?

Él podía pedirle una cita a una chica sin problemas (eso sí, con un poco de nervios) y con Adam era diferente, no quería arruinar absolutamente nada, aún que ya lo hacía con su estupidez, según él.

Recordó el beso, y se llevó una mano  hasta sus labios para tocarlos levemente, sonrió. Parecía un sueño.

¡Haría lo que fuera por estar con él!

𝘿𝙀𝘽𝙀𝙍𝙄𝘼𝙎 𝙄𝙍𝙏𝙀 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora