. Hope .
De: Priss
Capítulo V.
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Ichigo suavizó su mirada y sus ojos recuperaron su color habitual. Rukia lo había desarmado totalmente con su voz, sus palabras y su cálido toque. Desde ese instante. El pelinaranja ya se había entregado a ella.
Más sereno, el muchacho se despojó de su ropa y desnudó a la pelinegra con total cuidado, como cuando se desenvuelve un regalo importante y se teme llegar a romperlo. Así veía él a Rukia. . . tan frágil, como la porcelana más fina. Y tenía miedo de lastimarla si volvía a perder el control.
Cuando ambos cuerpos quedaron sin ropa, Ichigo fue recompensado con la hermosa imagen de la desnudez de la ojivioleta.
~ ¡ Eres tan bella !.
Le susurró al tiempo en que su mirada recorría la silueta femenina y un intenso carmín coloreaba las mejillas de la chica.
Kurosaki colmó a la pelinegra con su cuerpo, cubriéndola totalmente mientras sus manos la recorrían entera y sus ansiosos labios viajaban de la dulce boca de la mujer hasta los redondos y pequeños pechos de ésta, lamiendo y succionando los botones rosas; haciendo gemir con más fuerza a su amante.
Ichigo restregó su hombría contra la intimidad de la pelinegra, creando una deliciosa fricción entre ambos.
~ I-Ichigo, ya. . . ¡ hazlo ya !.
El joven miró por un momento a su compañera, luego se acomodó entre sus piernas y colocó la punta de su miembro en la entrada del sexo femenino. . . empujó lenta pero firmemente, disfrutando de aquel primer encuentro.
Rukia se arqueó al sentirlo dentro suyo, tan tortuosamente lento. . . pero era delicioso. Cuando por fin el considerable tamaño del pelinaranja estuvo completamente alojado en la cálida intimidad de la chica, ambos jóvenes se quedaron quietos por unos instantes, como si se reconocieran, mirándose el uno al otro.
Ichigo apretó los dientes y retrocedió un poco, sacando unos centímetros de su masculinidad. Aquel roce los hizo gemir a ambos, lo que desencadenó en la verdadera entrega. Los amantes comenzaron a agitar las caderas, restregando sus sexos una y otra vez en busca de aquel ansiado placer.
Agitada bajo el perfecto cuerpo del pelinaranja, Rukia gemía sin reserva.
¡ Kami !, había pasado tanto tiempo desde que estuvo con un hombre.
"Desde que mi esposo murió."
Recordaba, aceptando que había estado muy necesitada de un hombre, de sentir la espina viril hundida en su interior, de alguien que la satisfaga en la cama. . . pero que también le brindase su compañía, su apoyo, que la hiciera sentir especial. Necesitaba de alguien como Ichigo. . . tan tierno, pero viril y apasionado, cuidadoso y salvaje al mismo tiempo. Joven y fuerte, lleno de energía para complacerla y satisfacer todas sus necesidades. . . y no solo carnales.
Rukia se dejó envolver y llevar por la lujuria, disfrutando del ir y venir de las caderas del pelinaranja al encuentro de las suyas, fundiéndose en ella.
Kuchiki se concentró en el roce de su sexo y el de Ichigo, en el cosquilleo, el placer. . . y explotó. Su éxtasis la sacudió intensamente, provocando espasmos que la hicieron prácticamente derretirse alrededor del joven y apretarlo en su interior con fuerza, invitándolo a compartir su gozo y venirse en ella.
Ichigo apretó los dientes. La piel interna de su amante lo estaba matando de placer, apretando su miembro como si quisiera exprimir hasta la última gota de su esencia.
El pelinaranja pudo soportar un poco más aquella deliciosa tortura y embistió cuatro veces más a la bella mujer que gozaba bajo su cuerpo, para luego abandonarse al orgasmo que lo venció y lo recorrió por completo, obligándolo a verter su semen en el cálido y dulce interior de Rukia.
~ Ahhh!, Ru-Rukia !, aahhh !!. . .
Ella sintió cómo la hombría del pelinaranja se hinchó para luego descargarse en ella.
"Dios !, esto. . . ¡ esto me encanta !."
Pensaba ella mientras recibía entre sus brazos al cansado cuerpo del pelinaranja, que reposaba su cabeza sobre los suaves senos de su mujer.
Ichigo sonrió. . .
"¡ Mi mujer !. . . ¡ me encanta como suena !."
Con este pensamiento, el pelinaranja fue regulando su respiración y sus latidos poco a poco; su miembro perdió fuerza y terminó por retirarlo de la cálida intimidad femenina, aunque contra sus deseos.
Cuando fijó sus ojos en ella, fue como ver su alma y exponer la suya propia. Ichigo supo en ese instante que no habría otra mujer más que Rukia. . . esperaba que ella sintiese lo mismo.
La ojivioleta en cambio estaba aterrada. ¿Qué había hecho?. Había mantenido relaciones con un jovencito apenas mayor de edad. Él tenía poco de haber iniciado sus estudios universitarios, no podría brindarle la estabilidad que ella necesitaba. Ella era una adulta, debía ser responsable, por ella. . . por él.
No debió dejarse llevar por las emociones. Ella necesitaba a un hombre, no a un chico, sin importar lo lindo, tierno y apasionado que Ichigo fuese con ella.
Debía dejarlo, debía hacerle ver que lo suyo no estaba bien, que no debían. . . pero esos ojos miel. Había. . . tanto cariño reflejado en ellos y además Ichigo la rodeaba con firmeza, como si protegiese algo muy valioso.
~ Ichi. . .
Cualquier comentario que ella quisiera hacer, se extinguió entre sus labios y los del pelinaranja en un beso demandante y profundo.
Luego, sin darse cuenta, Ichigo nuevamente estaba hundido en ella. . . totalmente en ella.
Rukia calló sus miedos; el placer y el gozo le nublaron el juicio y dejó que Ichigo la elevara hasta las nubes de tanto placer.
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. . . . C o n t i n u a r á .
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MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTE FIC:
RukiaHawkeye
Grecia Rukia
melchuu1234
Karen~
Maeda Ai
@Gioloki951.
En este tipo de situaciones, imagino a un Ichigo tierno, pero tremendamente posesivo.
En el anime hay muchas razones de peso que impiden el ichiruki: él está vivo, ella no, ella es más de cien años mayor que él, etc.
Me traje a este fic muchos de esos impedimentos, aunque un tanto más terrenales y cotidianos.
Él es pobre, ella es adinerada. Ella es mayor que él (no tanto como en el anime ^^).
Ah, sí. . . Rukia era casada ^^ .
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Hope
RomanceICHIGOxRUKIA. AU. Ella había dejado de creer en la esperanza, pero entonces conoció a un joven apuesto de escandalosos cabellos naranjas, quien le hizo volver a tener ilusión por el futuro.