Tenías que ser tú (Borrador)

Capítulo 24.

Durante semanas no hay noticias de su familia y Scott se ha centrado prácticamente en mi y en su entrenamiento. Muchas veces mientras él entrenaba yo me iba con Blair para así dejarle un poco de espacio pero aún así le veía extraño últimamente. Me había confesado días después de la pelea en su casa que lo que había dicho Jackson era cierto en su justa medida. Era una persona controladora y no le gustaba que nada se saliera de sus planes por eso cuando me conoció necesitaba saber todo de mi pero que todo había cambiado, pero a pesar de la confesión yo seguía teniendo un mal presentimiento.

Una mañana cuando llegué de mi paseo con Blair y entré en el dormitorio vi que encima de la cama había un vestido blanco precioso abierto en los costados y unos tacones de infarto a juego con un bolso dorado. Me quedé sin palabras al verlo y mucho más cuando vi al etiqueta del dichoso vestido. Aquello no podía ser para mí, pero cuando sentí los brazos de Scott alrededor de mi cintura todo quedó más que confirmado.

– ¿Y esto?

– Esta noche hay una gala benéfica que organiza Cassie. He pensado que estaría bien asistir juntos y así estrenar este precioso vestido.

– Es demasiado.

– Nada es demasiado para ti Blakie. Quiero darte todo lo que necesites.

– En ese caso quiero pedirte algo.

– Tú dirás.

– Verás como ya sabes mi hermano es un fan incondicional del equipo y bueno al principio me pidió un autógrafo tuyo el cual pensaba pedirte algún día pero ahora que sabe que estamos juntos me ha pedido que me firmes una equipación entera la cual he comprado hace unas horas con Blair.

– ¿Eso es todo?

– Bueno, sí por el momento. No quiero ni pensar que querrá cuando le conozcas.

– ¿Quieres que lo conozca?

– Me gustaría que conocieras a todos algún día.

– ¿Eso significa que entro en tus planes de futuro?

– Scott entras en mis planes de futuro desde que vine a esta casa por primera vez.

– ¿Por qué no me lo dijiste?

– No quería agobiarte.

– Yo no he dejado de hacerlo en todo este tiempo Blake.

– No me he sentido agobiada.

– ¿Entonces te quedarás a vivir conmigo este tiempo?

– ¿Estoy aquí no?

– ¿Eso es un sí?

– Deberías de saber que sí.

– ¿Sabes qué día es hoy? - pregunta.

– Es cuatro de Agosto.

– Si.

– ¿Y qué?

– Falta un mes para que vuelvas a casa Blake.

– Lo sé - dije bajando la cabeza mirando el suelo que de repente se ha vuelto lo más interesante del mundo.

– Mírame.

– No, porque entonces me pondré a llorar como una gilipollas.

– No eres gilipollas. Mírame - el coge mi barbilla entre sus dedos y me obliga a mirarlo - Quiero que sea el mejor mes de nuestras vidas.

– Yo también. Pero el verano ha pasado antes de lo que yo creía. - digo sentándome en la cama - Y siento que mañana abriré los ojos y estaré de nuevo en mi habitación con Jane acurrucada en mi regazo. No quiero que acabe esto Scott, de verdad que no.