EL PEÓN

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" El Peón nunca retrocede.

A diferencia de todas las otras piezas, los peones no pueden moverse hacía atrás.

Normalmente, se mueve avanzando una sola casilla. Sin embargo, la primera vez que se mueve de su posición inicial, tiene la opción de avanzar dos, siempre y cuando no salte por encima de una casilla ocupada —.

Renjun cierra los ojos hundiéndose en la aliviadora sensación del agua cayendo en su cara. Deja la regadera correr, sin moverse del abundante goteo sobre su cabeza hasta el final, hasta que el frío empieza a entumecer pies y manos, y consigue sus labios arrugados como una pasa.

Se lava con mayor insistencia la zona del cuello, la zona detrás de las orejas, como si pudiera deshacerse de otra cosa además del sudor y salinidad mugrienta de los ensayos. Como si pudiera borrarse el aliento tibio contra su piel de hace unas horas, junto con la sensación de los músculos tensos por unos labios que casi rosaron su nunca.

Luego sale del baño entrando a su habitación, está vacía, porque Jung Jaehyun tiene actividades hasta muy tarde, con seguridad él no regresará  antes de la media noche. Es el tiempo que Renjun tiene para sí mismo — un intervalo que va más o menos de tres horas después de terminar sus actividades con el grupo— el que siempre aprovechó para tomar su cuadernillo y escribir frases que más tarde podrían servirle en sus composiciones musicales, las que todavía no pueden pasar la etapa de borrador. Ó en el que simplemente navegó en línea, curioseando sobre su propia reputación y la reputación de la banda, aunque esto signifique un riesgo para la estabilidad emocional por las buenas y malas críticas.

Pero ésta vez no se siente con las ganas de ir por ello, sobre todo se debe al panorama de un desastre de ropa sucia esparcida en su lado del cuarto. Definitivamente no está siendo un buen compañero si sólo lo deja así, Renjun nunca ha sido desordenado, por lo que decide, por encima de cualquier otra actividad, emplearse en el acomodo de la habitación.

Hay un toque en su puerta desde afuera justo cuando se arrodilla frente a la pequeña cómoda, que hace que se detenga por un instante de su labor de colocar los calcetines por colores dentro del gabinete.

"Adelante"

Es Jisung, el niño empuja la puerta con cuidado, deslizándose al interior. Entra. Y cuando lo hace se coloca a su lado, mirándolo desde ésa altura hasta donde él permanece todavía en suelo.

"¿Quieres que ordene pizza o hamburguesas? Ya sé", sonríe Renjun, complacido al ver la realización en los ojos del menor ante la pregunta que siempre fue su función elaborar.

Pero Jisung niega suavemente con la cabeza. "Ya hemos ordenado. Fueron hamburguesas... Te guardamos la tuya"

Continúa metiendo los calcetines sin prestar mucha atención, su estómago le dice que no está hambriento, así que si le han guardado la cena, o no, o si Donghyuck ha estado jugando con su porción — agregando la salsa picante en un punto ciego para que no la note — realmente no le importa. Sin embargo, Jisung está aquí por algo, por lo que Renjun actúa como si estuviera interesado. "Bien, en cuanto temine con esto", contrariándose al mismo tiempo, va a organizar las camisetas.

"Puedo traerla si quieres", ofrece Jisung. "Podemos... ". Es una voz gruesa, profunda y áspera que un año atrás no estaba ahí, pero que Renjun todavía encuentra enternecedora al escuchar al más joven tropezando con sus propias palabras. "Podríamos ver algo en el televisor mientras comes... si gustas"

Renjun mira en la televisión apagada, luego el reloj en su muñeca para comprobar el tiempo que le queda hasta que su compañero de dormitorio regrese. Él asiente.

CHESS [Sungren Jaemren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora