Iniciación

8 1 0
                                    


Mi nombre es Kristán, un joven de 22 años originario de una aldea rural situada en el sur del reino de Riala, y hoy es mi gran día, hoy es el día en el que por fin voy a ingresar en la Orden de los Cazadores como Caballero Cazador de pleno derecho.

La Orden de los Cazadores es una orden de caballería un poco peculiar si la comparas con las demás, donde únicamente nobles de alta cuna parecen tener el derecho a ingresar y donde su único trabajo consta en ser lo más pomposos posibles y hacerse los interesantes dando órdenes a sus hombres de armas desde dentro de una armadura de acero reluciente. En cambio, nuestra orden no tiene una finalidad militar ni se dedica a combatir en las campañas de conquista de nuestro Rey, nosotros no cazamos personas, no señor, nosotros nos encargamos de algo mas peligroso que el hombre, somos cazadores de monstruos.

Si una aldea o alguien tiene problemas con alguna criatura extraña que desafíe la imaginación humana, nosotros somos unos profesionales a la hora de encargarnos de ellas (Por un módico precio, claro está). Puede que pertenezcamos a una de las casas de caballeros del reino, pero los ingresos de la orden no provienen del gobierno de Riala, a diferencia de nuestros hermanos, si no de los pagos que cobramos a la hora de realizar nuestro trabajo. Puede ser un trabajo difícil y peligroso, pero en mi opinión es el más honorable y justo de todos.

Se puede decir que llevo toda mi vida preparándome para este momento. A los 13 años un solitario caballero de la orden se alojó en la posada de la aldea donde vivía en aquellos días, ya que se encontraba de paso a su próximo objetivo y, al parecer, iba en búsqueda de un joven escudero para entrenar y criar en los valores de la orden de cazadores.

Por casualidad observó mi forma de trabajar en el campo, mientras ayudaba a mi madre. Pareció ser que le gustó mi motivación y mi empeño a la hora de realizar cualquier tipo de trabajo, así que se acercó, me miró fijamente a los ojos y dijo con una pequeña mueca que resemblaba una sonrisa: "Por fin he encontrado un digno escudero".

Desde ese momento he viajado junto a Sir Arthur, un hombre de unos valores formidables, y de quien he aprendido todo lo referente al oficio de cazador de monstruos durante los 9 años que he servido bajo su servicio como escudero, enfrentándonos a todo tipo de monstruos y realizando largos viajes a caballo entre las 7 regiones de nuestro gran reino de Riala, y a partir de hoy por fin caminaré entre ellos como uno más.

La ceremonia de iniciación en la orden no es ningún tipo de celebración con un banquete ni nada del estilo. La forma en la que se realiza es bastante simple: Los iniciados entraremos a la cámara de mando en donde nuestro líder nos ofrecerá un sobre a cada uno donde se encontrará escrito el nombre de una criatura a la que debemos dar caza y de la cual habremos de traer una parte de su cuerpo como recompensa y prueba del éxito de nuestra primera misión de cacería.

En mi caso la palabra que veo ante mi es una "Naga", criaturas mitad mujer y mitad pez que habitan en lagos y ríos al norte de la región.

Recojo mi armadura, mi escudo, mi espada, suministros para el viaje y pongo rumbo hacia el cañón Henzel, situado entre dos montañas en la cordillera del norte y en el cual la flora es bastante abundante incluso para ser una zona donde la luz del sol solo alcanza a iluminar el lugar durante 2 horas al día.

Me dirijo a esta localización ya que se que al final del cañón se encuentra un pequeño lago, aunque parece mas una charca grande, donde una tribu de nagas habita. Allí es donde conseguiré mi premio.

Espero que estés observándome desde donde quiera que te encuentres ahora mismo Maese Arthur, haré que te sientas orgulloso de haberme elegido como tu humilde escudero.

El Cazador de MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora