𝕽𝖆𝖎𝖓 ♛ JJK¹

33. sueño: mi tiempo.

Esta historia también fue basada en My Time de Jk, disfruten uno de mis capítulos fav.

Aquí empieza la recta final, solo faltan un par de capítulos mas. Ademas, he aquí pistas para la siguiente parte de la serie "Wind"

...

La pantalla reflejaba "Game over" con letras blancas en fondo negro.

Si tan solo le pudiera hundir replay a la vida.

— Yah! Principito, ¿acaso no vas a volver a jugar? — Dojin a mi lado me recrimino mientras me lanzaba el empaque de los Cheetos que comió sola. — ¡le diré a tus guardianes que estas aquí!

— No molestes, Doj.

El arcade parecía más divertido cuando era más joven, ahora no podía jugar una sola partida sin pensar en los problemas del reino, cuanto odiaba ir a la escuela y... Hanam.

¿Por qué todos los pensamientos me conducen a ella?

— Voy a viajar a Seúl la próxima semana, no hagas nada tonto hasta que regrese.

— ¿Por qué te vas ahora? Hanam te necesita.

— Creí que entenderías... mis padres quieren que me revisen otros galenos.

Me quité los audífonos y me recosté aún más en el sillón, a esta hora estaba levemente vacío. Solo unos cuantos frikis seguían chocando sus dedos contra las teclas.

— ¿Ya empeoró? ¿Vas a morir?

— Sí, esta es la última vez que me veras así que regálame las monedas de tu avatar. — lo dijo con seriedad cuestionable y luego soltó una carcajada dándome un golpe en la cabeza. Borrando mi expresión preocupada — es mentira, no puedo morir hasta no verte a ti y a Hanam lidiando con una horda de renacuajos de todos los colores.

Fue así como deje mi orgullo de lado.

¿Por qué eres tan bonita?

En clase cada vez que giraba mi cabeza estaba ella sonriendo con sus ojos y yo me sentía desmayar.

¿Por qué estoy tan nervioso?

Cada vez que se acercaba sentía los latidos de mi corazón en mi garganta.

— ¿Cuándo te diste cuenta? — mi madre me preguntó hace años cuando me descubrió espiándola en la playa.

— Yo... no sé. Solo me gusta verla.

En ese tiempo no entendía que me pasaba, pero luego comprendí al iniciar las clases, aunque nunca cruzamos miradas en dos años.

Ella no era llamativa como algunas chicas humanas, brillaba levemente como aquellas flores que crecían a las afueras de la escuela y que todos pasaban desapercibidos. Como aquel diamante que solo alguien que sabe de piedras puede conocer su valor... la tierra parecía un desierto oscuro, pero ella lo hacía ver como un oasis.

Como sumergirte en el mar después de una jornada larga de escuela.

— Hanam, me preguntaba si...

Yo alce mi cabeza en la mesa del comedor y mis ojos se unieron con aquel chico, yo le había advertido, sus ojos me miraron con terror. Había llevado al callejón varios imbéciles que creían que la broma a Kim Hanam era graciosa, incluso juzgar su peso... si no los había matado era porque ella era de corazón blando y yo no quería ser un monstruo.