Ya era miércoles. Quedaban dos días contando ese para el fetival de Navidad, que sería el viernes. Era opcional ir, así que no iba a hacerlo. Solo le serviría para pasar vergüenza y sentirse mal entre tantas personas.
Se dirigía lentamente a su aula cuando alguien lo llamó detrás suyo. Se giró asustado para ver a una chica de cabello largo y negro acercarse a él corriendo.
- Yeosang - lo llamó de nuevo cuando llegó hasta donde se encontraba. No parecía cansada para nada - Sé que eres muy tímido y eso, pero solo necesito que me respondas a una pregunta. Soy Shuhua, por cierto. Pues eso, quería saber si eras consciente de lo que iba a hacer Yunho el lunes.
El chico bajó la cabeza entristecido y se mordió el labio. Aquello lo hacía sentir muy culpable. No quería hablar de ello. No quería hablar, en realidad.
- Tomaré eso como un sí. Tienes mucha suerte, Yeosang, en serio. Pero si te fuiste incluso si lo sabías... Eso me deja el camino libre, ¿no?
- ¿Qué? - el chico se tapó la boca en cuanto se le escapó la pregunta. Sus mejillas se encendieron por la vergüenza de haber dicho eso en alto. La idea de que Yunho saliera con alguien le revolvía el estómago. No. Yeosang. Él puede estar con quien quiera. A ti ni te importa ni te afecta.
- Era broma - Suhua rió - Ni que Yunho fuera un trofeo por el que competir y bla, bla, bla. Es una persona y tiene sentimientos. Además, no soy la única chica a la que le gusta. Es muy popular, ¿sabes? Él y uno de sus amigos, San. Como tú. Bueno, no como tú. Precisamente le gustas a muchas por ser algo así como 'inalcanzable'. Y porque eres muy mono, claro.
El menor bajó la cabeza y asintió levemente. Después de aquello, la chica decidió dejarlo para no hacerlo sentir mal porque parecía que solo hacía eso hablando con él. Se despidió con una sonrisa y entró a la clase alegremente reclamando la atención del chico que le gustaba que ya estaba allí. Yeosang se estremeció al escuchar el nombre de este. No se atrevía a darse la vuelta y verlo. Sin embargo, tenía que hacerlo.
Yunho estaba sonriendo. Hablaba alegremente con Shuhua como si nada hubiera pasado. No le estaba afectado. Bien. Mejor así. Aunque una parte de él le habría gustado que le hubiera afectado un poco más la pérdida porque eso significaría que le importaba. Pero no, se alegraba de verdad de no haber herido los sentimientos del mayor. Así es como debían ser las cosas.
Sin embargo, al sentarse en su sitio fue cuando notó el cambio. Yunho dijo que había visto algo por la ventana muy guay y se alejó. Lo estaba evitando. El día anterior también lo había estado haciendo, pero no tanto como aquel. En vez de pasar de él directamente, se había ido al otro lado de la clase para alejarse todo lo posible. Yeosang cogió aire intentando tranquilizar sus sentimientos. Así estaba bien. Era lo que tenía que pasar. Era lo mejor para ambos.
Cuando terminaron las clases, después de haber salido ya del instituto y estar a punto de llegar a su casa, tuvo que darse la vuelta porque se había olvidado la mochila en el pupitre. No dejaba de pensar en Yunho, aunque no quisiera hacerlo, y eso le había provocado despistarse de aquella manera. Esperaba que nadie se diera cuenta de su error.
Entró por una de las puertas laterales que daba a un pasillo poco utilizado. No quería encontrarse con nadie. Aún así, escuchó una voz que lo hizo detenerse. Alguien estaba cantando. Lentamente, comenzó a seguir a su oído para llegar hacia aquella voz que le resultaba tan cautivadora. La curiosidad le movía por completo. Se escuchaba también un piano.
- Went off like sirens, just crying. Why'd I have to break what I love so much? It's on your face, don't walk away, I need to say - cantaba alguien al otro lado de la puerta a la que había llegado. Reconocía la canción. Era Afterglow de Taylor Swift. No había ventanas por las que pudiera mirar así que solo se quedó allí escuchando con los ojos cerrados y dejando que la canción lo llenara.
ESTÁS LEYENDO
My Precious Treasure: Why so shy? [YUNSANG]
FanficLa soledad es una palabra que esconde tanto significado, tantas sensaciones, tanta necesidad. Quien se siente a gusto con la soledad es porque no siempre está solo. Yunho lo sabía, conocía el significado de soledad y también el de la amistad. No iba...