Skip Beat: Luces, cámara y... ¡Amor!

Capítulo 52

– Realmente no sé si pueda responder, no puedo.

– Mo, por favor, escúchame, sea lo que sea que respondas considera que es una petición muy fuerte viniendo de alguien que todavía no está listo para revelar algo que parece importante.

Kyoko no dejaba de observar el celular, nerviosa mientras escribía y borraba constantemente un mensaje que todavía no se atrevería a enviar.

– ¡¿Me estás escuchando?! –harta le dio con una revista en la cabeza.

Habían pasado más de dos semanas desde que había recibido aquel mensaje… No pudo responder más que con una promesa de que lo iba a pensar. Pero mientras más pensaba más se confundía. Su entorno tampoco ayudaba mucho, le decían a que espere a que le haga aquella revelación que tan importante parecía ser.

Kyoko simplemente no aguantaba más de todo esto.

– De todos modos es muy tarde para que le contestes algo, porque por si no sabías, esta noche vamos a filmar las últimas escenas de la primera parte de Demonds Heaven y, ¿adivina qué? Vas a filmar varias con Tsuruga-san.

Las demonios, que estaban concentradas en su milésima reunión del día para decidir con qué proceder, se desmayaron.

— Es demasiado, general... ¡Demasiado!

— ¡No! —la demonio líder sostenía en brazos a su delirante cadete asistente— ¡Tienes que resistir!

Las alarmas sonaban y parecía que el fin del mundo estaba cerca ahí dentro.

— Lamento haber escuchado la conversación —la voz de Saena resonó en la habitación.

Kyoko se quedó tiesa, Kanae le hizo tomar asiento y de forma silenciosa invitó a Saena a sentarse frente a ellas.

— Sin embargo, como tu madre daré mi opinión… No es posible que accedas a algo así mientras él te oculte tantas cosas.

Kanae asintió, porque a ella tampoco la daba buena espina todo esto. Jamás dejas de conocer a una persona y solo sus acciones pueden darte una ligera idea de lo que es; así que en realidad no es una sorpresa que todo lo que ha ido sucediendo no le da tan buena imagen de Tsuruga Ren y, por supuesto, estaba más que preocupada por el corazón de esa que era su querida molestia.

— Prométeme… No, tienes que prometerte a ti misma que no vas a acceder a nada hasta que todos los secretos sean revelados y no haya ningún cabo suelto. Sólo entonces, con total conocimiento de cada una de las circunstancias y de rodó lo que implicaría cualquier que sea tu respuesta tendrás verdaderamente la capacidad de elegir si quieres o no estar a su lado. No con medias verdades.

Kyoko se tomó un momento, pero terminó asintiendo de acuerdo. Ellas estaban preocupadas, y le dolía ver que tuvieran sus razones para dudar del hombre que amaba. Pero eso no era culpa de nadie, ni siquiera de su amado.

Simplemente ahora no era el momento.

— Lo prometo.

Saena suspiró y le dio un obsequio a su hija, pero misteriosamente le dijo que no lo abra hasta que sea el momento, Kyoko tenía mucha curiosidad acerca de qué momento podría ser ese. Pronto se dirigieron al estudio junto a Kanae y su representante. El camino fue corto y durante este Kyoko le envió un mensajeas claro y decisivo.