Fuzzy Way | Nomin [+18]

02. Na Jaemin

Querer ser alguien era una de las decisiones más difíciles que un ser humano común podría pensar, estaba el prejuicio de los demás en tí, tenías ojos por doquier clavados en el centro de tu consciencia que al más mínimo error, ya estaban los comentarios flotando alrededor tuyo, por suerte, Na Jaemin estaba listo para afrontar esas atrocidades desde muy joven.

En aquella época ya estaba muy acostumbrado a escuchar rumores sobre él, se podría decir que su adolescencia fue algo trágica pero que gracias a ella, es quien es ahora mismo, lo había hecho fuerte a toda clase de comentarios y miradas de desprecio.

Ahora se encontraba en el set de grabación, se trataba de su trabajo ideal, el que había soñado por bastante tiempo. Se estaba retocando su maquillaje, era leve y natural, no sin antes de finalizar aplicar su fijador y estar preparado para hoy, debía grabar algo sencillo, una felación.

El lugar era muy sencillo, una habitación blanca con sabanas negras, una ventana y apenas unos cuadros para la decoración, además, no iba a durar mucho después de todo, su canal en la web prohibida no le demandaba mucho que se diga, a pesar de estar durante 5 años dentro de la industria de lo indebido, no había llegado a su pico máximo. Últimamente su agencia lo estaba apurando, ya tenían un par de estrellas en la web pero no eran suficientes, necesitaban más. Jaemin sabía que este negocio era algo retorcido, pero le gustaba de todas formas y estas facetas negativas las dejaba de lado, por el momento solo metían presión, eso era todo.

— Si están listos, podemos comenzar.

Avisó el director. No había mucha gente ya que el video duraría aproximadamente hasta que el otro actor se corra, no más de diez minutos.

Jaemin se levantó de su asiento, frente a un pequeño maquillador con un gran espejo y luces, mientras que a su lado se encontraba su compañero de trabajo, la verdad no recordaba su nombre, era la primera vez que iban a trabajar juntos, tuvieron una entrevista para conocerse pero nada fuera de lo común. Además de que iban a filmar solo por hoy, quien sabe si algún momento se iban a encontrar de nuevo, tampoco le interesaba de todas formas. Lo que si notaba era el nerviosismo que tenía, caminaba muy rígido hacia la escena, Jaemin soltó una pequeña sonrisa ante esto, ahora recordó que él era nuevo y fue elegido entre tantos. Un hombre alto y bastante musculoso, de pelo negro, mientras que él era mucho más bajito y pequeño.

El protocolo por lo general es escuchar al director, quizás le nacía empezar con una previa de besos o ir al grano. Esta vez ganó la previa.

— Ven Jaemin, voy a retocarte un poco más.

Exclamó su asesora y su única amiga, Karina Park. Una muchacha muy hermosa, bastante alta, con piercings en la nariz y un par de tatuajes en ambos brazos y en lugares privados, los cuales Jaemin tenía conocimiento a excepción de estos últimos, no le generaba tanta intriga por saber.

Luego de acomodarle el cabello e indicarle sus mejores ángulos, ya era momento de comenzar.

El pelinegro estaba sentado en la cama, Jaemin al escuchar el okey tanto del director como del camarógrafo continuó con su labor. Se acercó a aquel chico tímido, que aún no se había despejado de sus temores o nervios, para sentarse encima de él, sus rodillas hicieron presión hacia los costados de su cadera y hundiendo levemente el colchón. Ambas manos se dirigieron al rostro atractivo de este chico, lo miraba con deseo a pesar de no sentirlo, era bueno en eso, sus ojos brillaban ante la buena iluminación que estaba recibiendo. Se mordió su labio inferior y comenzó a incitar al chico a que lo tocara a través de vaivenes leves encima de su polla, podía sentirla al tener un apretado boxer. Gracias a su seductora presencia e incitación, el chico se relajó y comenzó a besarlo bruscamente. Sus manos pasaban desesperadas por su espalda, el toque se sentía desnudo a causa de poseer una camiseta muy apretada. La desesperación y excitación del chico llegaron a sus glúteos, apretándolos fuertemente, fue allí que su polla ya estaba dura, pero la del propio protagonista no lo estaba.