relación intima; osamu x atsumu

;; parte seis;; normal

Atsumu desprecia la palabra "normal".

Es una afirmación fea mezclada con complacencia: "Normal" es mucho más una excusa que un beneficio, ya sea que quieras hacer algo, alcanzar nuevas alturas o estrellarte y arder. Nunca se ha conformado con ser "simplemente promedio o normal".

Entonces has llegado a un acuerdo con esto. No es lo que la gente consideraría aceptable según los estándares normales, pero si le tuviera que pasar a alguien, por supuesto, tenía que ser él. Casi le gusta de alguna manera esa satisfacción de ser diferente al resto.

Atsumu no piensa mucho en el asunto mientras observa a Osamu cocinar. Sus dedos golpean la mesa de madera constantemente, un ruido que sabe hace que Osamu pierda el control, razón por la cual lo hace. Aunque su hermano camina hacia la estufa fingiendo no estar afectado, Atsumu puede notar fácilmente cómo los músculos de su espalda están tensos debajo de su camisa y cómo está removiendo la sopa con demasiado fervor.

Pone un poco más de fuerza en sus golpes y el brazo derecho de Osamu se mueve, haciendo que la cuchara tintinee contra la olla.

Uno más, y dos, tres, cuatro, cinco...

— Te juro por Dios que te golpearé...

Hay.

No se ha dado vuelta todavía, pero no necesita que Atsumu sepa cómo luce su rostro en este momento; Sus cejas se fruncieron de manera desigual, sus labios se apretaron en una línea recta. Es una cara que ha visto muchas veces, la que saca cada vez que Atsumu hace algo que lo molesta, lo cual es muy frecuente.

— No es divertido estar aquí mirándote cocinar, ¿sabes?...—  comienza, lentamente, fingiendo un puchero. — Estoy aburrido porque no me dejas ayudarte.

— Dilo de nuevo cuando hayas aprendido a cocinar sin quemar la cocina.- sisea Osamu con fastidio.

— ¡Eso fue hace cinco años! – Atsumu pone los ojos en blanco, impresionado de que Osamu no pueda olvidar ese asunto. Desde entonces, ni su madre ni su hermano le han permitido realizar ningún trabajo de cocina más allá de lavar los platos.

Para ser justos, se necesita algo de talento para quemar literalmente chocolate caliente, pero eso es solo un punto más en la lista de cosas no promedio sobre él, lo cual está bien para él.

— Cinco años de eso y todavía no aprendes una mierda.— Osamu hace un ruido entre un suspiro exasperado y un gemido.— ¿Cómo vas a sobrevivir por tu cuenta cuando te vayas de casa?

Confirmado. "Normalmente", eso es lo que va a pasar. Terminarán la escuela y tomarán caminos separados, a menos que de alguna manera terminen en la misma universidad, lo cual probablemente no considerarán gracias al estúpido plan de su hermano de estudiar derecho. Eso es muy aburrido, tan ordinario

Atsumu realmente desprecia profundamente la palabra "normal".

— ¿Quién dice que estaré solo? — Arrastra su voz. Es un territorio peligroso, pero el beneficio de ser Miya Atsumu es que la gente generalmente asume que cualquier cosa que digas que no esté relacionada con el voleibol es un insulto. Lo que suponen es que eres un poco mierda, incluso si eres completamente honesto. Tal vez algún día pueda engañar a Osamu con eso también.— ¿Cómo crees que puedo dejar que mi hermano pequeño se las arregle solo?

Osamu se ha rendido hace varios años al mencionar el hecho de que él solo es más joven que Atsumu por siete minutos, pero definitivamente está rodando los ojos en este momento.

— Cállate y haz algo útil.

— ¿Ahora que quieres que haga? ¡Tú fuiste quien dijo que no tenía permitido hacer nada!

— Dije "mantente alejado de la estufa", aún puedes poner la mesa o algo, lo que sea.

— Puse las bebidas...

— Sigues siendo un idiota.

Atsumu guarda silencio unos segundos, procesando quizás lo que le está pasando últimamente por la cabeza de Osamu y le duele un poco al ser apartado tan fácilmente, pero no es nada a lo que no esté acostumbrado. No le debe importar de ninguna manera. Son hermanos y así es como hablan, como siempre lo han hecho.

Con un suspiro, Atsumu se levanta de la mesa con la intención de sacar los platos. Están en un armario justo encima de Osamu, que está bloqueando el camino, y lo correcto sería probablemente alejarlo y quejarse de cómo siempre está parado donde no debería estar, pero está un poco enojado con él.

En este momento, entonces él no hace eso, hace algo mucho más perjudicial para ambos.

Por instinto, se encarga de estar cerca, estar lo más cerca posible de Osamu, colocando una mano sobre su hombro para apoyarse, intentando llegar al armario. La mitad de él se pregunta si así es como puede vengarse del comportamiento de mierda que Osamu ha estado teniendo con él últimamente, pero está más distraído por la sensación que experimenta al ver como su hermano se tensa debajo de él, luciendo un poco más pequeño y débil.

No es bueno siendo sutil, así que nunca lo intento ocultar su mala personalidad con Osamu, pero supone que ninguno de los dos está preparado para un cambio de escenario en su relacion de hermanos.

Osamu no se mueve ni una pulgada, ni siquiera cuando Atsumu deja de intentar alcanzar los platos y, en cambio, se conforma con dejar caer las manos sobre la cintura de su hermano y quedarse allí, sin decir nada, solo existiendo.

Hay una cosa molesta que la gente siempre le pregunta cada vez que menciona que tiene un gemelo. Entonces, ¿puedes leer los pensamientos del otro? ¿Tienen una conexión telepática? ¿Pueden sentir lo que el otro siente? Y, por supuesto, todo eso es pura mierda, pero es cierto que se entienden mejor de lo que nadie podría esperar. Después de todo, han crecido juntos, con solo siete minutos de paz y tranquilidad para Atsumu antes de que el imbécil se haya unido a él y se vea obligado a vivir y hacer todo juntos.

Asistieron al mismo jardín de infantes, la misma escuela primaria, secundaria y el mismo club de voleibol, y aunque al menos uno de ellos (o, la mayoría de las veces, ambos) se quejaría constantemente de ello, una gran parte de su  tiempo libre también se la pasarían juntos.

En cierto modo, tener un gemelo es como tener la versión definitiva de un amigo de la infancia, excepto que no puedes elegir. La vida los arrojó el uno al otro y les dijo que se las arreglaran.

Entonces, por supuesto, Osamu lo sabe, y Atsumu también lo sabe, pero a través de una gruesa capa de terquedad y lo que queda de su moralidad y tal vez, solo tal vez un poco de miedo, aunque nunca lo admitiría ante nadie más que a sí mismo. No hablan de eso. Usualmente, no necesitan hacerlo, han peleado y establecido argumentos de una semana sin una sola palabra, pero esto es diferente.

Esto no existe hasta que lo digan en voz alta, y es mejor si nunca lo hacen.

No es normal después de todo.