Sentimientos Y Poemas Del Alma

Amor Mio

Duele ver cuan invisibles somos el uno del otro, igual que dos desconocidos que cruzan miradas de forma casual, ahora llenamos nuestros oídos solo de las palabras que brotan de nuestra propia boca, no nos detenemos a escuchar lo que el otro quiere hablar, se ha vuelto costumbre vernos sin poner interés en los detalles, dejando pasar frente a nuestros ojos todo aquello que alimentaba el amor, somos ligeros para juzgar los sentimientos, jugamos a adivinar el amor que el otro contiene y no nos atrevernos a preguntar lo que el corazón carga, se nos hizo hábito  hablar de trivialidades solo para romper el silencio incómodo que el pasar de los días genera, a veces no se si me hablas por que no tienes nada mejor que hacer o por qué el aburrimiento te consume, de cualquier forma ambas opciones son igual de tristes e injustas, nos miro y me doy cuenta que ya no podemos sostener el ritmo, chocamos como bolas de billar que cruzan de un lado a otro, no logro entender por qué de cuando en cuando vienes a mi, siempre de madrugada a preguntar como estoy, como si no supieras que tienes a mi corazón debajo del zapato, esa hipocresía tuya me harta y me llena de rabia, es la misma rabia con la que intento sin éxito alguno alimentar la indiferencia hacia ti, hay noches en las que las lagrimas de impotencia mojan mi almohada, intento buscarte y ver si estás de humor para darme algo de amor pero siempre termino con el corazón congelado y el orgullo hecho añicos, no me explico por qué insisto, por que corro una y otra vez a estrellarme en el mismo muro, ese muro impenetrable que no te permite ver qué hace mucho me rendí, que hace tanto deje de luchar contra lo que mi corazón sentía por ti, ahora que acepto lo innegable sucede que tú ya perdiste el interés, que caprichoso es el corazón y que costoso es el pago de la cobardía, ayer comprendí que no importa cuantos te quieros te dedique por las madrugadas tú ya apartaste la mirada de esta que ahora te escribe con los ojos llenos de sentimiento y conociéndote ya no hay marcha atrás...