Una Nueva Chica Llega

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Siempre eh sido un chico algo tímido, me cuesta trabajo relacionarme con la gente y no eh tenido muchas relaciones de noviazgo aunque no me considero una persona fea la verdad es que no estoy ni tan guapo ni tan feo algo pasable, mido 1,96 y soy de constitución delgada, la verdad es que lo que más miedo o nerviosismo me daba en las relaciones es hablar sobre lo que me gusta, mejor dicho decirles sobre el fetiche qué tengo( qué como ya habrán leido en el titulo son los pies), ya ni me acuerdo desde cuando me surgió este fetiche pero siempre me interesaron, me gustaba verle los pies a mis compañeras de clase y a mis amigas de la Infancia pero en las relaciones qué tuve siempre fue difícil porque no es algo que normalmente lo acepten y mis novias casi nunca me dejaban tocarles los pies ni nada algo que me molestaba un poco ya qué como fetichista de pies es algo que me hubiera podido probar.
Bueno llevo ya tres años sin novia y la verdad es algo que no me molesta, ya me acostumbre a estar solo y no creo estar preparado para una relación seria o bueno eso pensaba hasta que cambió un día.
Me encontraba en mi privada ( vivo en una unidad Habitacional) estaba por llegar a mi casa hasta que la vi...
¡Qué hermosa! Es lo único que paso por mi mente, era una chica alta, delgada y con una belleza qué te hipnotiza, y sobre todo tenia unas lindas sandalias cerradas ( sinceramente prefiero los zapatos abiertos qué permitan ver todo el pie) pero en ella se veían increíbles, no los podía dejar de ver solo imaginaba poder ver esos lindos pies( pero sabia que por  mala habilidad de conversación nunca iba a poder dirigirle la palabra) y creo que me quede viendo mucho ya qué ella se dio cuenta y se me acerco,( yo estaba super nervioso sabia que la iba a regar pero me contuve) me saludo y mi dijo su nombre - Saori- yo le devolví el saludo y le dije que me llamaba - Santiago - la conversación no duro mucho ya qué por mis nervios le dije que tenía que irme y solo pude un - nos vemos luego--antes de salir despavorido de ahí.

Los pies de mi vecina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora