Don't Speak

6 0 0
                                    

Me desperté y todavía estaba oscuro afuera, pero supuse que pronto aclararía para dar inicio al nuevo día, tenía un dolor de cabeza horrible, haber bebido y drogado ayer me tenía pasando la cuenta hoy, sin embargo no era algo nuevo ya estaba acostumbrado a ello, voltee a ver al rededor, no era mi casa, no me sorprendí en absoluto, solía pasarme a menudo, junto a mi estaba un cuerpo lo observe bien y supe que era de mujer, no me acordaba de ella ni de como fue que llegamos hasta aquí, mucho menos de su nombre.

Solía ser casi siempre así, me acostaba con hombres y mujeres, muchas veces sin saber nada de ellos, luego al despertar al día siguiente era un milagro si recordaba siquiera el como se veían, ya era la rutina, ni siquiera estoy seguro de como funciona, son un par de coqueteos en un bar, club o fiesta, luego unas copas y para terminar una dosis de cualquier estupefaciente, obviamente a veces me pasaba de copas y de drogas, el chiste es que al día siguiente era un lío tratar de recordar siquiera el como se veían, sabía que eran personas atractivas pero no recordaba como exactamente eran.

Eso hacia todavía más impresionante lo que había pasado días atrás, el rubio con el que me acosté la noche del viernes, era hermoso, recordaba cada facción de su rostro, recordaba exactamente como lo había captado en el público y haber coqueteado con el desde el escenario, recordaba como había bailado sensualmente mientras yo cantaba, el me provocaba, luego como había bailado pegado a mi, eso fue genial, y apenas había tomado unas cuantas copas y ninguna droga, pero junto a ese chico me sentí extasiado y muy excitado, recordaba todo de él, su cuerpo, como no recordarlo si lo recorrí por completo cada milímetro, lo toque, lo lamí, lo chupe, lo probé como si fuera la cosa más deliciosa que nunca antes hubiera probado.

sobre todo su cara, era como un ángel pero con cuerpo de pecador total, tan delicado y sensual, sus facciones al borde del orgasmo, sus párpados caídos, casi apunto de cerrarse, sus pupilas dilatadas de la excitación, sus ojos vidriosos por el deseo, sus labios hinchados, húmedos y rojos de tanto besar y chupar, era toda una obra de arte de la cual disfrute mucho, no podía sacarlo de mi mente.

Cada vez que lo recordaba me ponía caliente, me excitaba, como justo lo estaba haciendo ahora, eso no era nada normal, en absoluto, muchas veces me detuve de ir a su departamento solo para volver a repetir lo de esa noche, pero me retenía por que eso no sería algo bueno, no debería buscarlo, luego seria problemático y es lo que menos quiero, sin embargo ahora estoy duro y se exactamente con que desquitarme, digo, tengo un cuerpo desnudo y caliente justo a mi lado.

Después de todo la mañana no fue tan mala, luego de un par de rondas con la chica y un desayuno servido por la misma, mi dolor de cabeza disminuyo, solía seguirme la borrachera excepto este día, el viernes era especial ya que iba a la cafetería del viejo Kim, solía cantar por dos horas ahí todos los viernes antes de que cerraran, era diferente  a los bares y club, ahí podía sacar la tristeza y melancolía, no era el desenfreno de los clubs y bars, no había enojo, ni éxtasis, solo había dolor, era tranquilo sin dejar de ser fuerte y conciso el mensaje, me hacia bien ir  a ese café, y daban buenas propinas, aparte fue el lugar donde todo empezó.

Recordar eso me hizo pensar en Yoongi, desde que me curo esa noche no lo he vuelto a ver, estaba ansioso por verlo de nuevo y hablar con él, disculparme por lo que dije y mi actitud, tenía razón Nam, no lo quería fuera de mi vida, sin embargo tal vez fuera lo mejor para él, pero lo extrañaba, los martes eran un martirio, me drogaba y acostaba con cualquiera de manera desenfrenado solo porque no quería pensar en ello, pero por más que sepa que no es bueno seguir en contacto con Yoongi, mi egoísmo puede más, lo se porque justo voy en camino a su universidad.

Me quede afuera de su facultad esperando verlo pasar, así abordarlo y poder hablar con el, conocía sus horarios y rutinas de memoria, justo ahora sería el termino de sus clases y se iría a casa, solo para arreglarse y salir al hospital para cumplir sus practicas, estaba demasiado ocupado pero con suerte podría hablar con el de camino a sus departamento, le compre algo de comer, suele mal comer por los pesados horarios que vienen con su carrera, justo cuando pensé que ya estaba tardando lo vi salir, tan hermoso como siempre, obviamente sin prestarle atención a nada y nadie, vestía de negro en su totalidad, nunca fallaba en eso, jamás podré dejar de pensar lo mal que le queda la bata blanca, es como si estuvieran disfrazándolo de algo que no es.

Can't help Falling In Love (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora