A través de tu ventana, estoy apuntando a tu cráneo. Justo ahora tengo mi dedo en el gatillo de mi Barrett M82, un fusil de alta potencia con mira telescópica.
Con mi experiencia manejando este tipo de armas, me es imposible no darle a mi objetivo. Tu.
Me encuentro en la azotea del edificio donde vivo, a poco menos de 2 kilómetros de tu casa.
Mi amor no te fue bastante.
Mi consciencia está en un sombra oscura.
Ahora mismo estoy siendo un PRIMATE, actuando por instinto.
A punto de hacer algo de lo que realmente lo hago por que me nace hacerlo. Inconscientemente.
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*sonido de disparo*
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Acabo de matarte.
Después de ver como la bala atravesó tu cabeza, lo que hice fue gritar, un grito de alivio.
Terminé con todo esto.
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Ahora, estoy escribiendo desde la sala de mi departamento, recostado en el sillón, bebiendo una copa de este vino tinto dulce Joven Merlot Syrah, un vino barato pero que tanto nos gustaba tomar después de tener sexo.
Nunca había estado tan en paz como en este momento mi amor, pues acabo de terminar con mi sufrimiento, acabo de ponerle fin a nuestra relación de manera indefinida, por que espero que podamos vernos en el infierno y comenzar de cero, ser felices otra eternidad. En otra vida.
¿Recuerdas que nos juramos estar unidos para toda la vida? Pues por eso mismo te he matado.
Si no vamos a estar juntos, de una u otra forma, no vamos a tener vida.
Estar loco y estar enamorado es lo mismo. Todo esto es por que estoy locamente enamorado de ti.
Te amo.
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