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Sabrina Harrison.

-Adison ya deja que se vaya, cariño-la voz de mi padre hace efecto en mi madre.

Me da un último abrazo y por fin me deja ir.

Hoy es el primer día de mi último año, pero mi madre sigue pensando que soy una bebé, no me quiero imaginar cómo será cuando tenga que ir a la universidad.

Conduzco por las ya conocidas calles a casa de mis tíos Tayler e Isaac, podría jurar que son los mejores, pero tío Joe no queda atrás.

Aparte de ser el primer día tengo que ir a dejar a mi prima Penélope a la universidad, ya que por una borrachera perdió su auto. Ella ahora mismo cursa su segundo año.

Aparco frente a la casa y bajo, no me quiero imaginar que pasaría si vengo a recoger a mi prima y no saludo a mis tíos, se volverían unas fieras.

Tocó la puerta.

-Buenos días preciosa, pasa-no aguante reprimir risa, mi tío Tayler estaba vestido con un delantal mal puesto y un sombrero de chef que caía por un lado.

Trate de no reírme lo más que pude y por fin hable.

-Hola tíos-salude al ver que Isaac estaba desayunado-

Este último sólo me sonrió amargamente, mientras trataba de no vomitar lo que comía.

Reí levemente, Tayler era un fracaso en la comida y al parecer el que sufrió hoy es mi tío comiéndola.

-Sabrina ya estás aquí-la voz alegre de mi prima bajando las escaleras llamo mi atención.

Camine hasta ella y la abrace, amaba a mi prima, era como la mejor amiga que pudiera existir en el mundo.

-Se quedan a desayunar-no lo pensé dos veces y negué.

No quiero pasar por lo que está pasando mi Tío, así que no gracias.

-No, vamos a pasar por un café, gracias-dije amable e intentando salvarme de un envenenamiento-

Nos despedimos y salimos.

-Bien ya ¡me vas a contar?-dije emocionada cuando paramos en un semáforo.

El día parecía lluvioso y un poco de frío entraba por la ventana.

-En el café te cuento, es que voy hacer una llamada muy importante-asiento y ella pone su celular en la oreja.

Escucho como la llamada "muy importante" se trata de un chico.  Después de un rato conduciendo por fin llegamos, bajamos del auto y Penélope por fin ya había terminado de hablar.

El frío choca contra mi delgado cuerpo y trato de darme calor con mis pequeñas manos ¿Por qué no le hice caso a mamá? Bien me dijo que no olvidara mi abrigo y sólo por que no combinaba con mi ropa lo dejé.

Al entrar al pequeño café el aroma a café recién hecho nos recibió, ya adentro no hacía frío, era un lugar cálido.

Penélope se acercó a la caja a pedir  nuestras órdenes, mientras yo buscaba un lugar para ponernos cómodas.

Me senté en una mesa a la par de un gran ventanal.

-Por fin-dije al ver a Penélope con los cafés y una bolsa de donas.

Aplaudo emocionada, ella acomoda las cosas en la mesa y se sienta.

-Bien, te contaré-tomé un poco de café y maldecí por lo bajo cuando queme mi lengua-tu sabes que en una fiesta siempre hay alcohol, drogas y sexo-asiento dando un mordisco a mi dona- pues en todo el rato que estuvimos ahí un el chico intentaba, ya sabes-hacia movimientos con su cuerpo graciosos, sabía a lo que se refería.

De igual manera reí.

-Si, quería tener sexo contigo-le reste importancia, está esta vez dando un sorbo al café con más cuidado.

-Bueno cuando me fue a dejar accedí y mis papás nos descubrieron y por poco hubo una pelea si mi papi no se logra meter entre papá y el chico-sorprendida abrí mucho los ojos.

Ya entiendo por qué la castigaron, para ellos era obvio que su hija ya tenía una sexualidad activa, pero sólo imaginen ver a su pequeño retoño cogiendo con quien sabe quien.

Para ella "Papi" era Tayler y "Papá" Isaac, pero yo lo lograba descifrar bien.

-Debes entenderlos, sabes como son los padres. Además que están en su derecho no debiste acceder a hacerlo con alguien que vienes conociendo, menos en un auto y menos frente a tu casa-enumeré con diversión.

En algún momento de la conversación desvíe la vista al gran ventanal.

Pocos autos pasaban y las personas que caminaban eran escasas, pero..

Había un chico frente al ventanal en la otra acera que mantenía su vista fija en mi.

Trate de ver bien su rostro para ver si lo conocía o algo, pero empezó a caminar. Estaba cruzando la calle, no me inmute ya que él tampoco era como que apartaba su vista de mi. Lo detalle bien, era un tipo alto, parecía que trabajaba en su aspecto físico porque sus brazos se veían musculosos. Su rostro estaba perfilado por una estructural mandíbula y sus ojos celestes eran profundos, alarmantes, cómplices.

Aún mantenía su mirada en mi cuando pasó por mi lado solté un suspiro, no uno de enamorada si no uno de esos cuando conocías a una persona pero no lograbas descifrar quien era.

-Sabrina ¿Estás bien?- la voz de mi prima llamo mi atención, asentí aturdida-a que hora entras-miré el reloj de mi muñeca aún desorientada.

-A las-fruncí mi ceño- a las ya-voltee a verla y me levanté rápido para ir a la salida.

[...]

Gracias al cielo no habían pasado la lista cuando llegué.

Aunque agradecía que me perdí el discurso de todos los inicios de año del director.

-Clase presten atención-miré a la profesora Martín-hoy recibimos a un nuevo compañero, viene de otra ciudad así que quiero que lo hagan sentirse como en casa-llama al chico con la mano y entra.

Es el mismo chico..

La profesora le da la bienvenida y le pide que se presente:

-Mi nombre es Ryan, tengo 19 años y vengo del norte de la ciudad-su voz era profunda y por un momento su mirada quedó en mi, haciéndome sentir incómoda.

-Bien, puedes sentarte donde te sientas cómodo-le invitó la señorita Martín.

Camina con dirección a mi fila aún con su vista en mi. Intento apartar mi vista. Pasa por mi lado rozando su bolso con mi hombro, espero unos segundos y en un intento de disimulo giró mi cabeza para ver si seguía mirando, y si efectivamente lo hacía.

-Y ese por qué te ve tanto-pregunta en un susurro mi mejor amiga Benee volteándose.

Me encojo de hombros, lo mismo me pregunto yo.

¿Quién eres y por qué me miras?

19 años atrás.

-Felicidades Valentina, es un varón-la enfermera entrega el bebé a su madre.

Valentina toma al bebé en sus brazos, sin saber que hacer ahora con un bebé recién nacido, dos años de prisión y un padre muerto.

-¿Cómo se llamará el pequeño-vuelve a hablar la mujer.

Traga grueso, amaba a su princesa Britany, pero la aventura que tuvo con aquel guardia en el secuestro de Adison se volvió más que eso..

-Ryan, Ryan Vonsua Collen-besa la pequeña frente de aquel bebé.

Mi Luz✔ [TM#2] TERMINADA SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora