Mi verdad

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(Narra Kuroko) 


Desperté de golpe, asustado por el tiempo, la noche había llegado y yo no estaba en el lugar de encuentro. ¿Qué pasaría si yo no me presentaba? Miré alrededor y mi padre estaba dormido a mi lado, Kouki no se había allí. Me levanté  rápidamente saliendo de la habitación. No estaba tampoco en la salita.

Fui al corredor, bajé corriendo las escaleras, llegué al primer piso y revisé mi celular. 


" Ha sido impuntual, tu hermano pagará " –estaba en mi bandeja de entrada.



"No, no, no, no, ¡ya llegué! Me quedé dormido, pero ya llegué, no le hice nada por favor, ya llegué " –mientras lo escribía, estaba temblando y llorando.



Me senté como solía hacerlo, cerrando los ojos con fuerza; esperé unos minutos y no había nada. Comencé a llorar otra vez desesperadamente, esperando y rogando que llega y me lleva a mí en vez de él. Luego de estar sollozando, la sensación del pañuelo rodeaba mi boca y mi nariz, aspiré profundo de él y yo quedé dormido. 



***


- ¡AH! –Grité al recibir un golpe en el estómago. 


- ¡Con que algo en vez de alguien! –Vociferó la pelirosa frente a mí. Comenzó a golpearme con más fuerza en el cuerpo con una vara, mientras que Haizaki se encargaba de embestirme, morderme y echarme cera caliente. 


- Te dije que hoy te arrepentirías –gritó esta furiosa. Sentí cómo desgarraran algo dentro de mí.

- ¡Ya basta! –Lloré. En vez de lágrimas, sangre corría de mi nariz. Todo se oscureció de nuevo y no vi nada, mi cuerpo no percibió más que el latir de la sangre por toda mi piel.


- Oi Momoi, esto es suficiente ... lo hemos hecho por cinco días, al principio sin protocolo nada, pero ahora me da lástima, ha sido suficiente –alegó él.

- ¡Claro que no! Si estás en el negocio, el negocio tiene que terminar. 


- ¿Cómo quieres que termine? ¿Muerto? –Preguntó. 


- Sería la mejor opción, así sabremos que él no hablará –habló la pelirosa, yo a penas y los podría escuchar, el taladrar de mi oreja no me dejaba en paz. 


- No, Momoi, él no podrá hablar de esto. No puede, por más que tratar de decir o hacer algo, te juro que no lo hará.- sonaba preocupado.

- ¿Cómo lo sabes? –Cuestionó la chica.

- Solo lo sé –Me pusieron de nuevo el pañuelo en la cara y me quedé dormido.



Al despertar mi cuerpo no respondía, mis caderas dolían como nunca y mi cabeza no me dejaba pensar con claridad. Escucha un pitido en mis oídos y cuando me puse de pie, caí al suelo.

Me levanté trastabillando un poco. Llegué al elevador, aunque había gente mirándome, no me decían nada. Salí del elevador, tembloroso y lastimado, entré temeroso al camarote, esperando que no hubiera nadie dentro. Para mi suerte no había nadie allí.

Entré directo al baño, me desvestí lentamente y tuve mucho cuidado con los boxeadores, porque casi lo que pegó a mi piel. Al terminar de quitármelo, comencé a llorar.



- ¿Tetsuya? –Se escuchó en la puerta, no hice caso y seguí llorando a grito abierto.- ¿Tetsuya estás bien? –Escuché que la puerta se abría, yo estaba en el suelo escupiendo un poco de sangre. 

MENSAJE DE TEXTO (KurokoNoBasket)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora