Capitulo XVI

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PDV Kenneth

- ¿Haz enloquecido?¿Como puedes pensar en hacer eso? - a pesar de que trataba de controlar a Shadia y evitar que hiciera un escándalo, la situación se nos había salido de control y yo cargaba a un Kyle completamente rendido, que tras luego de la cena se había mantenido hablando con todos acerca de su vida en New York y el colegio, se había relajado pronto, agradecía eso, aun era muy pequeño para esa situación.

- Lo lamento, Shadia, trate de mantenerlos lejos de todo esto, no... no quería que pasaras por esto, por eso negué que el bebe fuese mio - Señor paciencia, porque sino me le tiro encima y le quito la carita de príncipe que tiene.

- ¿Y me lo dices ahora, Michel? - suspira tratando de calmarse, todo se había ido a la mierda cuando, Michel le revelo que era un Duque. UN PUTO DUQUE.

- No sabia como te lo tomarías, tampoco me diste muchas opciones, te largaste y no sabíamos donde, luego de eso pensé que seria lo mejor, que tu y el estarían bien - comento avergonzado al parecer.

- No seas imbécil, Michel, sabes las cosas que pase estando lejos de mi familia, embarazada y sin un dolar en los bolsillos, pusiste a mi familia en mi contra, aunque de eso no te culpo, a ellos les fue mas sencillo creerte - miro con un poco de rencor a su padre, y volvió la vista a su ex.

- Cálmate cielo, no vamos a permitir que eso suceda - le susurro cuando se gira a observar a Kye rendido sobre mi hombro.

- Claro que no lo voy a permitir, nos vamos y veré a tus padres en los juicios que sean necesarios, pero a mi hijo no me lo quitan, buenas noches - se dio media vuelta y salio tomando la corbata de Kyle y su bolso.

Yo preferí no agregar nada, no era el momento, esto era una locura. Al llegar al coche le abrí la puerta y le pase al niño, al cual ella abrazo tan fuerte que sentí que lo rompería, pero no, solo era la muestra afectiva de una madre que temía perder a su hijo. Y pensar que la mía celebro el no volver a verme.

El viaje lo mantuvimos en silencio, la observe un par de ocasiones por el retrovisor, estaba pensativa, y una lagrima corrió por su mejilla, lagrima que limpio rápidamente, era tan fuerte. Al llegar a la casa, le quito a Kye y voy de camino a dejarlo en la habitación donde habíamos puesto sus cosas, pero ella me detuvo.

- Prefiero dormir con el - asentí y camine directo a la que seria su habitación.

Al acostarlo, se deshizo de su chaqueta, camisa y pantalones y le coloco un pijama. Si que tenia el sueño pesado. Luego lo arropo y beso su frente. Ambos salimos de la habitación, y la abrace.

Me apretó fuerte, pero no soltó ninguna lagrima, no lo haría.

- No vamos a permitir que se lo lleven - levante su rostro y ella casi se rompe - Ningún juez en su sano juicio te separara de tu hijo, buscaremos al mejor abogado del mundo de ser posible y lucharemos por nuestro hijo - ella asintió y volvió a mis brazos y así nos mantuvimos un buen rato, ella se separo y fuimos a la cocina por un vaso de agua.

No hablamos mas. Ella estaba pensativa aun, se que trataba de comprender la situación en la que estaban, y la forma de resolverlo, ella sola, porque si bien conocía a Shadia Anderson, sabia que aunque le había ofrecido mi ayuda  ella trataba de resolver sus problemas sin involucrar a los demás.

- Se lo que estas pensando, Shadia, y no lo harás, estamos en esto juntos y no lo voy a permitir-

- Se que tus intenciones son buenas Kenneth, que nos has apoyado y que te has encariñado con Kye, pero no tienes ninguna obligación, no quiero que sientas que estas en la obligación de hacerlo - me acerque a ella.

- No se en cuantos idiomas te lo diré Shadia Anderson, no estas sola, ninguno de los dos lo están - me acerco y acaricio su mejilla, acto seguido ella sostiene mi mano dejándola justo ahí - Ya sea tu jefe, tu amigo, tu amante, tu novio, tu esposo, sea lo que sea en tu vida igual te voy ayudar - la abrace.

- ¿Te han dicho que eres un idiota muy tierno? - se separa levemente de mi y sonríe, luego y sin esperarlo me besa.

PDV Shadia

La cabeza me explotaría pero seria mas por el estrés que por cualquier otra situación. En la cena, Michel nos había revelado algo que ponía mi vida patas arriba.

Era un duque. Eso no era lo malo, lo malo era que el era el heredero al trono de su nación, y eso tampoco era lo malo, sino el hecho de que el había renunciado a ese derecho mucho tiempo atrás, y por consiguiente mi hijo debía reemplazarlo, sus padres, los duques de Luxemburgo que si bien no tenia ningún tipo de poder sobre el pueblo era la figura emblemática y mediante la cual se hacían la mayor parte de los tratados internacionales. Y no obstante, debía crecer allá, y sus padres exigían la custodia total de mi hijo.

Lo sé, habían enloquecido, no estamos en el siglo IX donde los reyes mandan y los súbditos obedecían, si bien no eran los reyes, eran los mas cercanos a ellos en la realeza y los únicos con descendencia. Cosa que frente al acto de valentía, notase el sarcasmo, de Michel debía hacer mi bebe.

Aun abrazada a el trato de organizar la información en mi cerebro, esto era de locos. Pero gracias al cielo tenia a Kenneth junto a mi, quien sabia me apoyaba hasta la médula espinal y estaría para ambos, y mentiría si decía que su actitud, su atractivo y su personalidad no me traían vuelta loca. Si, lo admitía, estaba loquita por mi jefe. Razón por la cual estaba frente a su habitación, a punto de tocar y hacer una locura.

- Kenneth - lo llamo - ¿Te has dormido? - esperando un comentario sarcástico frente a la estupidez que he preguntado.

- Si, te contesto desde el mundo de los sueño - sonrío, si, es un idiota - ¿Sucede algo? - pregunta ya mas serio y abriendo la puerta, sin camisa.

Mis ojos se desvían de donde deben estar, y no evito mirarlo. ¿He dicho que me trae loca? Esta haciendo calor, cuando logro concentrarme lo observo a los ojos y el sonríe.

- No hagas ningún comentario - estalla en una carcajada - Yo, pues, yo he venido a preguntarte si podrías dormir con nosotros - entre tartamudeo y susurro logro decir la frase.

El sin decir nada, cosa que agradezco, toma mi mano y nos dirigimos a la habitación, le hago espacio tras mi pues creo que miro extraño el espacio detrás de Kye, y es que siendo tan grande debe temer dormir encima suyo, con los antecedentes que tenemos de dormir juntos.

Se acomoda y me abraza y creo que es todo lo que necesitaba por el resto de mi vida, mas por el día de hoy. Podría proteger a mi hijo pero temía que no seria suficiente, así que lo necesitaba, mucho, demasiado.

Encantando a la Bestia - COMPLETA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora