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MARRA KAGOME

Sango siempre me decía, que en la vida hay que tomar decisiones aún en contra de nuestra voluntad.

O nos alejamos por completo o simplemente nos quedamos y aguantamos...

Justo lo que me pasaba a mi. Sabía que era un sentimiento tóxico pero no quería alejarme de él. Entonces, así fue como es que he ido comprendiendo lo que realmente me pasa.

Sesshomaru no me hace daño, nunca lo ha hecho. Mis acciones como tal son las únicas que me han guiado por el oscuro túnel y caer al vacío de donde no creo salir con facilidad.

Intento buscar un poco de lógica, hacer surgir la razón sin embargo todo lo que pienso y lo que quiero gira en torno a él.

Justo cuando creí que solo me podía amar a mi misma, él aparece de la nada como un tornado que desciende desde el cielo y arrasa con todo lo que encuentra a su paso. Sesshomaru me ha dejado completamente vacía y esos espacios han sido llenados con su esencia.

Querer entender lo que me sucede es aún más difícil que aceptarlo. Aceptar el simple hecho de que estoy enamorada... perdidamente enamorada de él...

Sus manos descienden lentamente por mi espalda mientras su boca devora la mía. Aquellos tiernos toques quedaron en el pasado y han sido reemplazados por besos eufóricos y demandantes. Su lengua experta danza en mi interior, no hay un solo espacio de mi cavidad que ella no halla profanado.

Tímidamente acaricio su pecho mojado y bajo lentamente hasta llegar a su sólido y plano abdomen y las dejo reposar allí por unos instantes. Instantes en los cuales disfruto de el exquisito sabor de su boca.

Nos separamos por falta de aire y nos vemos fijamente. El dorado se ha vuelto mi color favorito... Esboza una pequeña sonrisa, sus labios apenas se curvan sin embargo eso es más que suficiente para hacer que pierda el aliento.

Sus manos acarician mis hombros, cuello y clavícula. Cierro los ojos y me deleito con el contacto de su piel sobre la mía... Mis sentidos están nublados y aquella razón que una vez existió en mi cabeza se esfumó por completo.

Me pega a la pared y eleva mis brazos por encima de mi cabeza. Una sola de sus manos es suficiente para inmovilizarme. Acaricia sutilmente el contorno de mi rostro con la yema de su dedo índice, es como si me estuviera dibujando con un pincel... Observa el recorrido de su dedo, el cual desciende lentamente hasta que se posa en uno de mis pechos.

Cierro los ojos en el justo momento en que él me pellizca un pezón... doy un pequeño respingo cuando siento su cálida lengua lamer mi pecho. Me siento excitada y a la vez avergonzada. Nunca me imaginé hacer el amor bajo la regadera... El agua cae entre medio de  ambos.

Jadeo tímidamente. Sus labios succionan con maestría mis hinchados pezones y alterna pequeños mordicos. En mi intimidad crece cada vez más una incómoda sensación pero que me gusta, me gusta sentir esas extrañas palpitaciones... Estoy mojada y no por el agua.

Entonces, de un solo movimiento me eleva, sus manos se aferran a mi cintura y yo enrosco mis piernas en sus caderas por auto reflejo, no me quiero caer. Le rodeo con mis brazos el cuello y clavo mi mirada en la suya. Sus ojos han adquirido un dorado más intenso.

— Te dolerá un poco.

Me dice seriamente y coloca sus manos en mis glúteos. Mis mejillas arden de la vergüenza.

— ¿Nue... nuevamente?

Él asienten.

— Es por la posición. Estaré dentro de ti completamente y no creo poder tener el suficiente autocontrol.

— ¿No?

— No

— ¿Y qué puedo hacer?

— Bésame.

Uno tímidamente mis labios a los suyos. Su boca me recibe con ansias. Me aprieta fuerte los glúteos y me eleva un poco para luego bajarme lentamente hasta que todo su miembro está muy dentro de mi. Qué sensación tan extraña... Me siento llena, mi vientre se contrae y la necesidad de aferrarme aún más a él me invade.

— Despacio... No te quiero lastimar.

Se gira y ahora es él quien se recuesta sobre la pared. Los músculos de sus brazos se marcan perfectamente por el esfuerzo que hace al sostener completamente mi peso.

— Voy a moverme Kag.

Asiento y me alza un poco para luego arremeter con sus caderas — ¡Aahh! — me quejo involuntariamente aunque no sé si fue por el dolor inicial o por la pequeña descarga eléctrica que recibí en mi vientre.

Repite el mismo movimiento y nuevamente la descarga hace de las suyas. Me muerdo el labio inferior y cierro mis ojos. Siento como sus brazos tiemblan, se está conteniendo.

Abro mis ojos y veo como pequeñas gotas de sudor comienzan a perlar la piel lechosa de su frente. Su mirada es inexpresiva así como su rostro ¿En qué piensa? ¿Lo está disfrutando?

— ¿En qué piensas?

Me cuestiona moviendo sus caderas en círculos... Gimo nuevamente pero esta vez es un gemido largo y fuerte. Su pene rozó una parte sensible en mi cavidad y me erizó la piel.

— ¿Lo...lo disfrutás?

Sonríe divertido.

— Joder Kag  — le veo tragar grueso — eso no se pregunta.

Sé que pueda que me arrepienta después por lo que le diré sin embargo a estas alturas es ridículo que quiera mostrarme indiferente a lo que Siento. Su pene es una maravilla y ese maravilloso trozo de carne está justo dentro de mi.

— Entonces no te contengas.

— ¿Estás segura?

¡Joder! ¿Porqué lo tiene que preguntar? No le basta con ver mi rostro... ¡Voy a explotar! Sus movimientos lentos son tortuosos... Yo quiero más. Aprieto mis piernas y esa señal es más que suficiente para él.

Sonríe y me eleva un poco más alto para luego hacerme descender sin una sola pizca de pesar sobre su pene... Mi clítoris sufre el impacto y ¡Madre mía! Todo mi cuerpo comienza a convulsionar.

No me da tiempo para recuperarme de la exquisita sensación cuando arremete de nuevo... — ¡Oh, Sessh! — siento que voy a explotar en mil partículas de polvo si sigue haciendo eso.

Como si tal me hubiera leído el pensamiento, me impacta una vez más y se me es imposible manteneme callada... Mis gemidos placenteros inudan todo el puto baño. Entra y sale... Entra y sale... Y nuevamente entra. Mis pechos se mueven al compás de cada embestida.

Mi cavidad comienza a palpitar, mi respiración se vuelve entrecortada y mi corazón trabaja a un ritmo tan acelerado que siento que va a reventar en cualquier momento dentro de mi pecho.  Me empotra en la pared y le jalo el cabello mientras me muerdo el labio. Se encorba un poco para luego embestir — ¡Dios! — Soy como una jodida muñeca de trapo que lo único que hace es quejarse... No aguanto más.

— Vamos Kag...co-correte conmigo.

Nunca antes había experimentado el poder fulminante de esas palabras hasta que las oí salir de su boca.

Una sensación abrasadora me invadió todo el cuerpo, mi clítoris palpitó desenfrenadamente y entonces el tornado de éxtasis nos arrazó a ambos al mismo tiempo. Con un fuerte gruñido se corrió dentro de mi...

Agitados, sudorosos, nos quedamos quietos hasta que nuestra respiración se reguló un poco. Sentí mis párpados pesados y mi cuerpo tan ligero como un costal de pluma. No tenía energías ni para mover un dedo. Sesshomaru me colocó bajo la regadera.

— Hueles a mí.

Me dice mientras acaricia mi espalda. Mi visión se nubla por completo y me quedo dormida con la cabeza sobre su hombro.

🌝🌝🌝🌝
Aush!

Sexo, Sudor y Lágrimas (Versión Sesshome) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora