En una casa como cualquier otra, se encontraba un chico de dieciocho años, cabello negro, piel clara, alto y con unos inusuales, aunque hermosos, ojos violetas, escuchando a su pequeña hermana de cinco años hablándole animadamente.
-Y como te dije, resulta que la niña nueva es de Noruega, tiene un cabello rojizo hermoso y ojos azules. ¡Sus ojos son tan inusuales como los míos! Pero los mejores son los de tu hermana, ¿verdad Samu?
-Claro que sí, Akira. Tus ojos son los más preciosos que he visto.
-Samuel de Luque, ¿me estás tomando el pelo, o es de verdad?
El chico moreno se agachó hasta estar a la altura de su hermana, y acariciándole suavemente su rubio y brillante cabello, le respondió:
-¿Alguna vez te he mentido, hermosa?
-Nop.
-Pues, ya ves.
-¡En serio jeg liker deg!
Samuel la miró confundido. -¿Qué?
-Significa que me gustas, Nieves me lo ha enseñado hoy, me lo ha dicho y me ha encantado como suena, ¿a que es lindo?
-¿Nieves es la nueva?
-¡Sí!
-Así que le gustas a la pelirroja, eh...
-¡Y a mí me gusta ella! ¡Ahora somos amigas!
Samuel negó con la cabeza, sonriéndole a la pequeña frente a él y viendo la hora, Akira lo miró haciendo un mohín
-¿Ya te tienes que ir?- Preguntó Akira, demostrando tristeza y enojo en sus ojos lilas.
-Pues claro, me tengo que ir a la escuela. Recuerda que tú vas por la mañana y yo por la tarde. A lo que regrese me puedes seguir hablando de tu nueva amiga, ¿bueno?
-¡Sí! Mañana le pediré a Nieves que me enseñe más noruego, después de todo no puedo tener teléfono para estudiar por mi cuenta.
-Ya lo hemos hablado, Akira, no hay dinero para esas cosas.
-Sí...
-Ya me voy, te quiero. -Samuel le besó la frente a la pequeña rubia, tomó su mochila, las llaves de la casa y se dirigió a la puerta. -¡Mamá, me voy!
-¡Suerte! -gritó su madre desde la cocina, ella nunca salía de ahí ni dejaba que entrara alguien hasta terminar de preparar la comida, era una manía para evitar atrasos en las comidas que nadie podía quitarle. Y es que su progenitora estaba obsesionada con cumplir horarios al pie de la letra, además, los pocos recursos que habían en su familia los obligaba a tener que regular los alimentos de forma eficiente, y su madre lo hacía perfectamente. De todas formas, tampoco era como si a la familia le molestara; cada uno tenía un momento donde deseaba estar solo y se le respetaba.
De Luque emprendió el camino a la escuela, sacando el único aparato electrónico que había en su familia: un Mp3. Samuel lo cargaba todas las noches, pues cuando volvía a la casa, Akira se lo usaba hasta que se apagaba. Se puso los auriculares y lo encendió, en la pantalla salía en pausa "Fallin' all in you" de Shawn Mendes, le puso play y se concentró en disfrutar la música mientras seguía su camino. "Baby, you are bringing out a different kind of me. There's no safety net that's underneath, I'm free; fallin' all in"; sonaba la canción en sus oídos, y él iba traduciendo la letra, preguntándose cómo era posible que un persona fuera tan distinta con alguien y aún así enamorarse, como iba señalando el cantante. Absurdo, pensó.
Llegó a la escuela y saludó a sus amigos; Guillermo y David conversaban amenamente fuera del salón, levantaron una mano, en respuesta a Samuel y siguieron su animada charla, sabían perfectamente que el moreno pasaba de largo hasta su puesto y se ensimismaba leyendo hasta que tocaba el timbre para empezar las clases. No debían molestarlo, pues una vez lo habían hecho, y su amigo se enojó tanto que era como si hubieran visto el nacimiento de un sayajin. En consecuencia le apodaron "Vegetta". Le quedaba como anillo al dedo.
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Jeg liker deg (Me Gustas) - Rubegetta
RomanceRubén Doblas es Noruego. Samuel de Luque no entiende ni un poco el idioma. Un día, Doblas se confiesa a De Luque en su lenguaje... sin imaginar que le entendería: -Así que te gusto, ¿eh?