Chapter Five

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La luz de la luna pasa por la entrada de la cueva en la que se encuentran los dos jóvenes recostados en el suelo frio que se contrasta con el calor de sus cuerpos juntos, lentamente el ambiente se torno intimo se podía comenzar a sentir el deseo por parte de ambos chicos. 

Por fin podrían disfrutar de ese anhelo por el cuerpo del otro que comenzó hace uno pocas horas, el cual fue desencadenado por la luna.

El ojiazul disfrutaba de la vista del cuerpo al frente suyo que esta completamente desnudo y a su merced que se iba retorciendo mediante sus manos tocan el cuerpo canela, logrando grabar en su memoria cada curva y lunar posible, con sus labios hace un camino de besos que comienza desde el cuello, y va recorriendo toda la piel expuesta hasta llegar al ombligo sin olvidar dejar en el camino chupetones y mordidas. Ante la sensibilidad que su cuerpo presenta por efectos de la luna el castaño no puede evitar soltar pequeños gemidos, la vista de este iba nublando en concordancia a sus pensamientos. 

No podía creer como su cuerpo reaccionaba al toque del ojiazul y sintiéndose un poco avergonzado por esto. Pensó internamente mientras su rostro se enrojecía.

No pudo anticipar que el más alto envolvería su mano al rededor su intimidad comenzando un vaivén lento lleno de tortura. En respuesta ha este acto repentino suelta un gemido agudo de sorpresa.

Las manos canelas toquetean el suelo en busca de ayuda, solo logrando repartir rasguños por todo este.

Mientras lo masturbaba dirige su boca a los pequeños pezones sensibles que se encontraban duros por el estimulo así que los muerde y succiona a su gusto provocando que el contrario se retuerza de placer. 

Valentín no puede evitar  pensar en lo que estaba por venir, complacería de la mejor manera al menor y lograría que grite de placer mientras menciona su nombre. Estos pensamientos rondaban por su cabeza.

Tus gemidos son tan lindos..no te contengas cariño.. — Valentín sentía que tan solo con los  gemidos del castaño podría venir sin necesidad de siquiera tocarse.

La respuesta ha esa palabra fue el creciente sonrojo en el rostro canela y un suave gemido de anticipación que logro complacer a Valentín.

La intimidad del mas alto de los amantes se encontraba completamente erecto por todo los besos húmedos y sobre todo la vista que le regalaba el de piel bronceada. Su miembro pedía atención, Valentín quiere que el castaño se encargue de lo que provoco.

Se acerca a los labios contrarios para dar un beso que trasmita todo el deseo que sentía, lo beso de manera voraz y ruda. Mientras lo besa abandona la intimidad del opuesto y baja sus manos a los muslos canelas para luego deslizarse entre estos y así abrir las piernas. Se acomoda entre ellas, rosando su falo largo y duro contra el del color canela así creando un fricción placentera para ambas partes.

El instinto por estar dentro del castaño lo invade así que decide apresurar sus movimientos, mostrando tres dedos al frente del castaño y este captando al instante el mensaje. Acto seguido se acerca para introducir los dedos en su boca para comenzar a lamer de una manera que resulta muy lasciva para el ojiazul. 

ALFA[OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora