Capítulo 12

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Nos separamos. Le miré a los ojos. Estaban brillantes.

-Wow.-murmuró. Yo solo sonreí.

-Llevaba mucho tiempo queriendo hacer esto.-dijo.

Le miré confusa.

-Me gustaste desde el primer día que te vi.-dijo.-Quería decírtelo pero no me atrevía. Aunque supongo que mi hermana ya te lo habrá dicho. No se puede quedar callada.

Me reí.

-Y ayer me dieron ganas de matar a tu prima cuando estábamos a punto de besarnos.-siguió diciendo.

Yo todavía seguía callada, sonriendo como una tonta.

-Di algo.-me dijo.

-No se que decir.

-¿Te gusto?

Este chico va al grano.

-Pues…-no sabía que contestarle. Todavía no estaba muy segura de lo qué sentía por él.

-¿Sientes algo por mi?

Me lo pensé.

-Si.-contesté finalmente.

-¿¡Os habéis besado!?

Esa fue la reacción de Kelly cuando se lo conté. Cuando llegué a mi casa Kelly me llamó para saber que tal con Tony y le dije lo que había pasado.

Era la primera en saberlo puesto que Mabel todavía no había llegado y con Lucy no hablaba desde antes de quedar la primera vez con Tony.

-¿Y qué tal fue?-oí preguntarme a Kelly del otro lado del móvil.

-Pues…bien.-contesté intentando que no se notase que, en realidad, me había encantado.

-¿Sólo bien?

-Bueno…

-Jane, se te nota.-dijo muy convencida.

-¿El qué?

-Que te encantó el beso y que te encanta mi hermano. Igual que se le nota a él que le encantas.

Me quedé callada. Era verdad que sentía algo por él pero no sabía el qué. No estaba segura de que me gustase de esa forma y no quería equivocarme.

-Te dije que no me gusta.

-Y yo te digo que no me lo creo.

-Pues no te lo creas.-hice una pausa.-Aunque…

-¿Aunque…?

-Aunque creo que siento algo por él.

-Que te gusta, vamos.

-¡Que no!

-Si me dices que sientes algo por él está más claro que el agua que te gusta.

-Es que no estoy segura…

-Pues yo si. Te gusta y punto, no hay que darle más vueltas.

Al día siguiente me desperté con dolor de cabeza. Me encontraba fatal.

Cuando se lo dije a mi tía me tocó la frente y me dijo que tenía fiebre.

-Fiebre de amor.-me dijo Mabel a la que ya le había contado ayer lo que había pasado con Tony. Como respuesta me tumbé en mi cama y me tapé con las mantas hasta la cabeza, a pesar de que lo último que quería hacer era taparme porque tenía muchísimo calor debido a la fiebre.

Estuve todo el día metida en la cama y solo comí una sopa porque me obligó mi tía, si por mí fuera no comería nada.

Ya por la tarde me encontraba mejor. Seguía sin estar bien del todo pero, al menos, la fiebre me había bajado.

Estaba tumbada en mi cama descansando cuando sonó el timbre. Oí como unos pasos se acercaban a la puerta y la abrían. Pude percibir unas voces que provenían del piso de abajo pero no pude oír con claridad lo que decían.

Después de un rato oí a alguien subir por las escaleras para después acercarse hasta la puerta de mi habitación y abrirla con cuidado. Yo estaba girada hacia el otro lado asíque no pude ver quien había entrado.

-¿Jane?¿Estás despierta?

Abrí mucho los ojos. Esa voz era inconfundible.

Una chica de ciudad en un pequeño puebloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora