Arleth Bennett se consideraba un experimento jugando a ser normal. Sí, probablemente fuese así. Jugaba a ser alguien, a no ser una mentira, sin embargo, su juego terminó.
Luego de que su identidad fuera revelada a las nuevas personas que más quería...
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Liberó una gran exhalación, su mejilla izquierda estaba recargada sobre su puño mientras que ella miraba al frente buscando entender la clase o al menos saber de qué hablaba la maestra. Tal pareciera que su suspiro no fue desapercibido pues su hermano le clavó la mirada buscando su atención. Kae trató de prescindir de la sensación de ser observada y estar concentrada a lo que la profesora explicaba, se apreciaba el sonido de la tiza sobre el pizarrón aunque intentará seguir con lo suyo e ignorar a su hermano, Kai no parecía desistir provocando que ella se rindiera y lo enfrentara. Fue suficiente con verlo para saber que esperaba una respuesta. El día anterior luego de limpiar la loza huyó a su habitación sin contestarle a su gemelo, no abrió el regalo tampoco leyó la carta, se sumergió dentro de su cama esperando caer de sueño.
Además, ¡No tenía idea de qué quería! No lo sabía, no estaba segura de apetecerle ir con él a Kryos o no, le entraban ganas de aceptar si era honesta consigo misma era evidente que anhelaba ir, sin embargo, rápidamente se recordaba enojada, Kae quería mantener su orgullo porque de lo contrario quedaría como una tonta ¿Verdad?
Suspiró una vez más regresando su atención a la libreta sin anotaciones que tenía en la mesa, en la esquina de la hoja escribió en japonés.
¿Necesitas algo?
Kai se apresuró a responder con el mismo método e idioma que su hermana empleó.
¿Irás o no?
La japonesa apretó los labios tal vez ser honesta con Kai no sería malo.
No sé... ¿Ella te lo pidió?
No.
Entonces si se presentaba con Kai sin duda quedaría como estúpida. La campana sonó dando inicio al descanso largo, Kae cerró su libreta entonces divisó a Alelí girarse ¿Se acercaría a ella? Confesaba que la extrañaba era divertido charlar con Alelí pues entendía más las tendencias actuales aunque no podía juzgar a Arleth por desconocer mucho sobre el mundo actual.
— ¿Entonces a Leth si le gustaron las tartaletas que recomendé? — La señorita se dirigió a Trevor, la japonesa bajó la mirada un tanto avergonzada y decepcionada ahora no aceptaría que anticipó un nuevo acercamiento con Alelí.
— No lo sé, no pude comer con ella. — El italiano se volteó para encontrarse con su amigo. — ¿Qué tal estuvieron?
— Sabían bien. — La respuesta corta de Kai hizo sonreír a la otra.
— ¡Me alegra! — Sopló de disgusto con un mohín. — Me gustaría poder visitarla.
— De hecho, Arleth regresará el lunes. — La declaración de Trevor no solo emocionó a Alelí, Kae se sorprendió sonriendo para sí misma.
Enojada se levantó toscamente de su asiento para salir del salón. ¿Habría sido adrede tener dicha conversación con ella cerca? Pretendía salir del edificio para distraerse en el patio pero no contó con encontrarse a Raziel, Manon, Elián y Olivia. Al ver a Raziel recordó que ya no intentó contactarlo luego de que el chico rechazará su llamada además su amigo la evadió al verla acercarse. ¿Estaría enfadado?
