🍁✨ ;; ¿Puede alguien, inconscientemente, salvarte de ti mismo? Pues Wade si sabe la respuesta y es que si, ya que su vida fue salvada gracias a la llegada de ese único y hermoso chico de risos castaños, ojos brillantes, sonrisa y risa contagiosa y...
Un hombre que no tuvo la oportunidad de disfrutar su infancia, pocas veces sonreía sin esa mirada triste y melancólica en los ojos, odiaba estar sólo, lo cual con el paso del tiempo empezó a escuchar a dos voces "blanca y amarilla" así las nombraba. Nadie sabe de su pasado, se niega rotundamente a recordar todo aquel sufrimiento que tuvo que aguantar. Obviamente a causa de todo eso no se encontraba sano mentalmente y emocionalmente. Se notaba que era una buena persona, guapo y con gran potencial si no le hubiera pasado todo aquello. Personas lo miraban con curiosidad, con repulsión, con desagrado, con sorpresa y así una lista interminable pero jamás dejaron de verlo como una persona rara. Hasta ese día donde un joven se cruzó por su camino. El cual le dio algo que jamás le habían dado amor e integridad.
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Ｐ ｅ ｔ ｅ ｒ Ｐ ａ ｒ ｋ ｅ ｒ ;;
Un joven con una mirada inocente y honesta, labios finos y rosados, figura frágil si lo veías a simple vista, rizos suaves y brillantes de color castaños, y con una bondad y amabilidad que le sobraba. No dudaría en ayudar a quien sea, que no mentía por casualidad, inteligente y valiente. Todo un chico ejemplar, gracias a su gran familia. Había tenido la afortunada suerte de ser adoptado, a los 3 años, por una pareja de hombres; la cual era muy rara pero linda al mismo tiempo. Sus padres eran Anthony Stark y Steve Rogers, varios tíos y tías amigos de los antes mencionados. Que mimaban, apoyaban y ayudaban a ese joven de 23 años (igual a la vista de la gran mayoría era sólo un niño, ya que era el más pequeño de la familia). Con una familia amorosa y protectora, no muchos amigos pero los pocos que tenía valían mucho la pena pero... algo me faltaba. Al recordar eso no sabía si sentirse egoísta o afortunado, pues conoció a un hombre el cual con tan sólo mirarlo ese día se dio cuanta que no tenía ni una pizca de alegría en su mirada...
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