cursed; Kakashi Hatake [editando]

Cara A Cara

“面と向かって”

— Al parecer tu aspecto no cambiará —me informa Tsunade, llegando a la pieza en la que estaba. Me encontraba ajustando el listón y los cascabeles en el mechón de cabello donde usualmente solía acomodarlos.

— Creo lo mismo —admití cuando presté mi atención a la rubia.

— Vine a verte para decirte que estas dada de alta, después de todo no has presentado ningún efecto secundario —me sonríe y yo asiento con mi cabeza repetidamente con el mismo gesto de la mayor— te traje ropa, supuse que ya estarías un poco fastidiada de usar una simple bata —deja a los pies de mi cama un kimono tradicional del Clan Tayori, fruncí mi ceño, pensando que dejaría mi uniforme de ANBU.

— Yo... ¿Cuanto tiempo estaré inactiva en mis misiones? —le interrogué, removiendome algo inquieta en mi lugar.

— Una semana, te recuerdo que el brazo de Kakashi te perforó el pecho. Solo quiero asegurarme de que estés bien —bueno aquello era algo irónico. Un tanto sarcástica continué asintiendo con mi cabeza, sin embargo mi rostro estaba algo inexpresivo — ¿todo en orden?

— Supongo —apunté, dirigiéndole una mirada sosa.

***

Caminé algo desganada por el pasillo del edificio en el que había vivido estos últimos tres años, una bocanada de aire escapó por mis labios cuando vi la puerta de mi vecino.

¿Por qué no pude mantenerme callada?

Reprimiendo un grito de frustración entré por la puerta de mi hogar, todo permanecía tal y como lo había dejado. Espera, ¿me quedaría encerrada casi un día entero dentro de mi apartamento? Negué repetidamente con mi cabeza, ya tenía mucho con haber estado dentro de una habitación de hospital. Igual sería buena idea ir a buscar al hijo de Shikaku, después de todo le había dicho que lo primero que haría después de salir del hospital, sería salir con el a comer ramen. Esto era algo raro, ahora que lo pensaba, pero de igual manera era lindo.

Nunca nadie antes me había pedido una cita.

Como entré a mi casa volví a salir, quizá si divagaba un poco por las calles de Konoha terminaba encontrándome con el.

El día estaba tranquilo, recibía una mirada curiosa por parte de los aldeanos, seguramente por mi aspecto, aunque yo no lo consideraba como algo muy llamativo, creo que terminé aceptandolo muy rápido, debido a eso no causó tanto impacto en mi.

— Nashiro-san~ —escuché la grave voz de Gai a un costado mío — Wah~ ¡Nashiro-chan! ¿En verdad eres tu? —me volteo a verle algo extrañada.

— ¿Quién más? —resoplé entredientes, acercándome a él. Estaba afuera del establecimiento de Dangos, seguramente dentro se encontraría Kurenai y Asuma.

— ¡El poder de la juventud está haciendo una aparición magistral en ti, eh! —coloca su manos en su cintura y me dedica una sonrisa radiante.

— Bueno... Eso creo —murmuré.

— Es raro verte sin la compañía de Kakashi, tú y él parecían ser como Asuma y Kurenai, siempre de un lado para el otro juntos —acota pensativo a lo que yo solo me limito a permanecer en silencio — será porque está en el hospital, mi eterno rival —aprieta sus puños con determinación — Creo que al fin le he superado —vuelve a sonreír con confianza.