Say it Baby //Jersey trio

Capítulo 10

— Bellos durmientes! — Gritó Kairi lo cual me hizo despertar. Alejandro estaba a lado mío, al parecer no fue un sueño que me pidió dormir aquí. — ¿Qué vamos a hacer hoy? — Se sentó en la cama despertando a Alejandro. — Mierda, Mattia te dejó mal.

— ¿Mattia? — Dije viendo sus golpes en el rostro.

— Si, emm. Me pelee con el.

— Y los sacaron del equipo. — Agregó Kairi.

— ¿Qué?

— ¡Kairi!

— Tu duermes con ella sin mi permiso, hablaré lo que me salga del culo.

— ¿Por qué necesitaría tu permiso?

— Baby... baby es mi baby. ¿Verdad Baby? — Reí y me levanté para alistarme, que día tan largo será el día de hoy.

Después del juicio he regresado a mi casa, no tenía "pruebas" de la violación así que Mattia queda sin cargos y sin fucking culpa alguna. Mis padres están en casa así que finjo que no tuve una mañana horrible.

— El camión de mudanza estará aquí esta tarde, te irás antes o lo esperarás? — Me pregunta mi mamá.

— Esperaré, así cuando llegue todo estará ahí. — Digo dirigiéndome a mi habitación. Casi todo está en cajas, llego al baño y me deshago de la prueba de embarazo que tome esta mañana, al menos eso es algo bueno, esta es la única prueba que me alegro tanto de fallarla.

Guardo en una caja abierta mi foto enmarcada de los cuatro, de las primeras veces que salimos juntos, cortaría la cara de Mattia pero no tiene caso, Mattia siempre será parte de mi historia por más mal que sea.

Porque antes de todo, me gustaba tenerlo en mi vida. Así que siempre formará parte de ella aunque la haya jodido. Y me gustaría salir de tantas dudas, preguntar por qué lo hizo?, si de verdad llegué a gustarle alguna vez. Porque yo solo quería ser amada pero aprendí a quererme más a mi.

Y al principio fue muy bueno, como cuando me besó por primera vez en esa fiesta con el humo del porro de fondo, yo correspondí ese beso sin saber que pasaría después, sin saber si tendríamos futuro... Pero Mattia no estará más en mi vida para responder esas preguntas.

Pasé la tarde jugando con los chicos pero el padre de Alejandro lo llamó para ir a algún lugar. Ahora debo despedirme para partir.

— Kairi, mi amor. — Lo abracé mientras las lágrimas corrían por nuestros ojos. Nuestros padres observaban la escena conmovidos. — Tu ama a quien quieras amar, okay? Que nadie te diga lo contrario. Gracias por ser mi primer amigo, te amo demasiado Olaf.

— Yo más, Baby. — Me besa en la cien y ambos vemos hacia la casa de Alejandro.

— Baby, creo que Alejandro se tardará. No quiero que llegues tan tarde. — Dice mi mamá.

Me despedido de los demás y subo a mi auto. Mientras conduzco comienzo a recordar esa noche en mi habitación, en la cual los chicos me animaron "trayendo la fiesta a mí":

Estábamos un poco ebrios y aún no sabían lo de Mattia.

— Aveces me gustaría irme de esta ciudad, muy lejos. — Dijo Alejandro acostado en mi cama.

— Lo he hecho tanto que siento que no hay lugar donde pertenezco. — Dije soplando todo el humo en mi boca.

— Baby, eso es triste, ¿dónde naciste?

— Washington D.C.

— Entonces, Washington es tu hogar.

— No. — Respondí. — Mi hogar son ustedes.

Y luego recordé la noche con Alejandro.

— Si pudieras ir a cualquier lugar del mundo, ¿a dónde irías? — Pregunté en los brazos de Alejandro quien después de la discusión con su padre ha venido a pedirme dormir aquí.

— A donde sea.

— Debes tener un lugar específico, no crees?

— Donde sea menos aquí.

— Pues deberías irte. Nadie debería quedarse donde no es feliz.

— Huh, eres muy lista para alguien que estudia en línea. — Reí. — A lo mejor me vaya, quizás pueda tener una beca deportiva e ir a una universidad. Si... En una vida perfecta eso pasaría. Lejos de aquí.

— En una vida perfecta, eso sería bueno. Yo desearía que tuvieras otro papá.

— Yo desearía que no estuvieras enamorada de Mattia. — Dijo eso incluso antes de que todo pasara, una vez más tenía razón.

— De nuevo con Mattia, ya te expliqué, ya lo follé ya lo olvidé.

— Es gracioso que intentes ser tan fría con tus sentimientos.

— No lo soy, te dije que me gustaba pero no funcionó. Tampoco voy a llorar por el, thank you next. — Rió. — ¿Tu crees que soy fría?

— Para nada, tus tienes los mejores sentimientos que he conocido en alguien.

— De puta madre. — Volvió a reír.

— De puta madre, Baby. Ya cállate que quiero dormir. — Me estampó la almohada en mi cara y yo lo empujé, comenzamos una pelea de almohada que terminó con el en el suelo. Reímos a lo bajo por el ruido que hizo.

— ¿BABY TODO BIEN? — Grita mi padre del otro lado de la puerta.

— SI, TRANQUILO. — Grité y ambos cubrimos nuestras bocas para que no se escucharan nuestras risas.

Teniendo esos recuerdos estacione mi auto en la estación para gasolina. Marque el número de Alejandro unas veinte veces y ninguna me contestó. Decidí llamar a Kairi por que estaba preocupada.

¿Y si le pasó algo a Alejandro?

— Kairi, estoy preocupada por Alejandr- Alguien atrás mío cubrió con sus manos mis ojos y boca.

— ¿Pensabas irte sin despedirte? — Susurra a mi oído.

— Kairi, te llamo después. — Dije con lágrimas en los ojos.

-KokoGomez 💙