Christen
Despierto al sentir algo húmedo en mi mejilla. Abro los ojos sorprendida y me retiro asustada al ver lo que es. Junto a mí hay un enorme lobo con el pelaje castaño.
Él mueve la cabeza como si le doliera mi actitud, mientras yo me encojo en una esquina. De repente se me ocurre mirarle a los ojos y, al ver esas dos perlas verdes, reacciono. No puede ser...
—¿Rufus? - Pregunto extrañada.
Una especie de sonrisa se dibuja en su rostro y yo me lanzo a abrazarle. Creo que jamás en mi vida me había sentido tan feliz de ver a alguien como ahora.
—¿Te importa?
Levanto la vista para ver a Fiona quien deposita una manta sobre el lomo de Rufus.
—¿Y eso? —pregunto extrañada.
—No quiero que ninguna de vosotras os distraigáis cuando estos lobitos vuelvan a su forma original —responde socarrona.
Entonces me doy cuenta de que hay otros dos lobos más en la habitación. Ambos son negros, pero uno es de mayor tamaño que el otro. Supongo que se tratará de Max y Sebastián. Más que nada porque el grande atiende a mis padres mientras que el otro se ocupa de Draco y Ángela.
Continúo observando la sala y veo a Kael atendiendo a Fiona.
Un momento... Si Fiona está ahí sin sentido, ¿quién le ha puesto la manta a Rufus?
Me vuelvo hacia la chica que está cubriendo a mi lobito y ésta esboza una divertida sonrisa.
—No me mires así. Soy en clon. ¿Cómo si no crees que han llegado estos hasta aquí?
¡Alucino! O sea que el clon también puede usar magia negra. ¿Pero cuánto poder tiene mi madre?
—¿Estáis todos bien? —pregunta Sebastián, quien ya se ha transformado.
—Sí —responde mi padre rascándose la nuca —. Gracias a vosotros, pero... ¿Cómo?
Nuestros salvadores se ríen y yo les observo intrigada.
—Hiciste muy bien el clon, Cris —explica Sebastián dirigiéndose a mi madre —. No sólo nos devolvió la vida, sino que nos ayudó a llegar hasta aquí. Cuando supimos que se había perdido la conexión del espejo, sospechamos que algo estaba sucediendo. Y no nos equivocamos.
—Y no sabéis cuanto os lo agradezco —responde mi madre —. Y a ti también —dice mirando al clon con una sonrisa.
—Sólo hice lo que creí apropiado, madre —responde ésta con corrección —. Hades me trató de la peor manera que os podáis imaginar y necesitaba vengarme de él. La mejor manera, ayudándoos a vosotros.
Le observo intrigada. Me parece muy bien que haya decidido ayudarnos, pero sus motivos... A ninguno de nosotros nos mueve la venganza. Si estamos aquí es por el bien común y no por intereses propios. Algo me dice que debería desconfiar de ese clon. Pero claro, primero tendré que ver cómo distinguirlo de mi hermana.
—¿Por qué os han mandado a vosotros? —pregunta Draco intrigado.
—Fácil —responde Kael orgulloso —. Nosotros no tenemos poderes que puedan anular. Somos pura fuerza y, en estos momentos, era lo más aconsejable.
Asiento. Debo reconocer que tiene razón. Los lobos son fuerza bruta y él... Él es un guerreo de gran fuerza y habilidad. Es muy complicado que eso se lo puedan arrebatar.
—Lo que no entiendo es que hayáis podido con el blur —comenta mi madre —. Que yo sepa, vosotros de príncipes nada.
—Bueno... —contesta Rufus un poco avergonzado —. Mi abuelo es el rey de los lobos.

ESTÁS LEYENDO
DC XII:LA REINA DEL MUNDO √
FanfictionSin Cris, sin Drogo y sin Lorie, los bartholitos van a tener que asumir su responsabilidad como niños prohibidos. Tienen que detener a Merlín e intentar salvar a Fiona de sus garras. Eso sin contar con la amenaza de Hades. Por suerte para ellos. cue...