Prometí que estarías a salvo en mis brazos, yo te cuidaría al final y yo sería el único que te amaría.
Pero te veo en la fuente de aquel parque que solíamos reunirnos en secreto, después de nuestro tercer año de secundaria. Hoy tuve la oportunidad...
Advertencia: Lectura para mayores de 18 años de edad. Incluye lenguaje adulto, consumo de bebidas, escena sexual en la parte de la historia.
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Te encontrare al final del año
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Baile de Año Nuevo 2012
Un joven de aproximadamente 27 años se encontraba en un bar local de Vancover, Canadá. Era elegante el lugar para los adultos jóvenes. Hoy celebraba con los compañeros de su trabajo; la fiesta de fin de año. Eddward siempre fue un poco antisocial en asistir estos eventos, pero desde que regreso a la ciudad Peach Creek por su puesto como sub gerente a mando en la empresa de la compañía global de seguros de bienes. Tuvo que socializar un poco con su equipo de trabajo, aunque eso le costase... tomar algunos tragos y hartarse de comida picante entre grasosa.
La música era excelente ambientación, y muchos gozaban de las redes sociales en poner fotos o estados de Facebook en donde hablaban de lo que estaban haciendo. Etiquetando aquí y allá lo que podían del evento. Edd pensó; entre más fotografías con sus empleados, posando y sonriendo, más pronto tendría la excusa de marcharse a su apartamento.
Eran las diez de la noche cuando la gente conversaba y reía, y él estaba en su tercer trago de whisky en las rocas. Entre la música y el perfume de las mujeres, se sintió mareado. Edd se levantó y camino un poco hasta al bartender para exigir su cuarto trago de la bebida.
Una canción romántica que exigieron mucho quitarla porque no era adecuado para la fiesta, empezó a sonar dejando que la gente dejara de molestar y siguieran con lo suyo.
Aunque el mayor al escuchar la canción pudo solo identificar dos cosas; una fuente y una chica abandonada. Se sentía tan mal en escuchar tan solo esa balada, que sus ojos visualizaron en una esquina del bar. A una joven de cabello azul cobalto. Estaba junto a un chico de cabello oscuro y mirada verdosa, la trataba tan mal en un día tan especial. Que ella le abofeteo.
Un sonoro golpe que resonó en el bar, llamando la atención de todos.
"Ella me dijo que me amaba"
El señor se acercó a la pareja y corrió al muchacho cuando comenzó a comportarse agresivo. La chica estaba en la mesa con una mano cubriéndose la nariz y sacándole el dedo del medio. Burlándose del muchacho, el cual no paraba de gritar la palabra ramera.
"Ella me dijo que me amaba, y que no lo amaba a él"
"Y eso fue realmente encantador, porque era inocente"
Eddward miro que el joven bartender le ofrecía un trapo humedecido y hielo, y que podían notificar a la policía del suceso. Pero ella negó y solo pidió un trago, mencionando que solo era un cliente patán.
