ASTARTEA. [1]✔

41》Un ángel y un demonio.

Astartea Hunt.

—Pudiste haber mencionado que tenías el celular —bufó Zaid mientras se pasaba la mano por la cara y yo cerraba la puerta de mi departamento.

Pude haberlo mencionado, pero de ser así, las cosas no hubieran salido como lo tenía planeado.

La carcajada de Ariel hizo eco por mi departamento mientras que el mellizo se dejaba caer en el sillón—. ¿En serio pensaste que Tea iría a la cárcel? —cuestionó Ariel con su sonrisa llena de burla.

Zaid rodó los ojos—. Pues sí, idiota.

Ariel le dio una mirada con una ceja enarcada—. Astartea es asusta, no es estúpida como tú y yo —le guiñó un ojo y su sonrisa continuaba intacta—. Un buen asesino siempre tendrá algo que lo respalde para salir como una víctima.

Yo no fui una asesina, fui una víctima.

—Tomaré eso como un cumplido —emití con una leve sonrisa.

Me guiñó un ojo y tomó un trago de su cerveza.

El suspiro de Zaid llamó mi atención, mi primo, bien parecido a mí, se recargo sobre sus muslos y entrelazó sus manos—. Bueno... creo que tengo que decirte lo que descubrí entre los papeles de tu noviecito.

Asentí y enfoqué mi atención en él, pues me interesa muchísimo saber qué pasa con Gabriel, aun no puedo sacarme de la cabeza su mirada esta tarde, agotado, desinteresado y culpable, a veces me pregunto, ¿Qué pasa por la cabeza de Gabriel?, ¿Cómo es posible que a él le toque vivir tanta mierda? Ariel lo dijo a palabras crudas:

<<Es un maldito ingenuo, a veces me pregunto si se hace el de la vista gorda ante las situaciones más feas>>

Pero la verdad es que no. Con toda seguridad afirmo que Gabriel es una persona de lo más noble, algo ingenua y optimista, siempre desea buscar una explicación, una respuesta que justifique un error, tiene tanta nobleza que lo vuelve vulnerable, ciego y a veces idiota, pero es su esencia, es lo que lo hace único.

—Su papá le hizo su propio estudio y Gabriel no tenía idea —suspiró Zaid echándose hacia atrás, haciendo que su espalda quedara contra el respaldo del sofá—. Hizo una recopilación de actitudes de Gabriel desde el momento en que fue adoptado, porque no notaban algo inestable, aveces estaba excelente y otras veces salía de control, estaba tan pequeño que no lo recuerda y mantuvieron medicado sin que él se fuera cuenta, por esto hablamos de que el medicamento era ingerido por medio de alimentos, y conforme al tiempo, Gabriel mejoró, pero lo que el angelito parece tener es... —echó un vistazo entre los papeles, mordiendo su labio inferior, hasta que enarcó ambas cejas y me miró—. Trastorno bipolar.

¿Qué?

Frunzo el ceño y miro a los mellizos confundida.

—¿Estás diciendo que somos un imán de inestables mentales? —inquirió Azarel enarcando una ceja y Ariel rio.