Encontrando el amor (Mario x Rosalina)

Reencuentro familiar

Mario entró rápidamente a su casa y corrió hacia la mesa, tirando todo lo que habia ensima, para después colocar a Rosalina con cuidado sobre la misma. Él corrió hacia uno de los estantes de la sala y lo abrió para comenzar a buscar algo de manera histérica y nerviosa, temblando de la tensión.

Mario (tenso y entrando en pánico) : ¿Donde esta ... donde esta? ... ¿¡Donde demonios esta!?

Rosalina se quedó tendida en la mesa y Polari entró por la puerta corrediza, volando hasta donde ella estaba. Él le pasó la varita, colocandola cerca de una de sus manos, pero ella estaba tan débil que le era imposible usar magia para curarse.

Mario : ¡Aquí esta!

Mario llegó corriendo a la sala con una caja de madera de tamaño medio, la cual tenía una placa en la parte de arriba que decía: 'Vida o muerte'. Al abrirla, sacó unas vendas del interior, las cuales comenzó a desenrrollar.

Polari : ¿Hay algo en lo que pueda ayudar, Mario?

Mario (agitado) : Sí, sube las escaleras al segundo nivel y entra en la primera puerta que veas de izquierda a derecha. Ese es mi cuarto, allí veras un estante negro, busca un frasco azul con una etiqueta que diga: 'Salva vidas' y traemela.

Polari : Claro.

Polari se fue a donde Mario le habia indicado. Él, por su parte, comenzó a aplicar las vendas sobre los brazos y manos de Rosalina, quien comenzó a retorcerse y a gritar de dolor.

Rosalina (gritando de dolor) : ¡Ahhhhhhh, quema, quema ... ya basta, ahhhhhhh!

Mario (voz entrecortada y suave) : Yo sé que duele, pero es necesario para que sanes. Por favor ... resiste ... todo terminara pronto, lo prometo.

Mario continuo vendando a Rosalina mientras ella aguantaba el dolor todo lo que podía, así hasta que Mario vendó por completo uno de sus brazos y pasó al otro.

Mario : Ya casi esta ... falta poco. Lo estas haciendo bien, sigue así.

Mario comenzó a vendar su otro brazo, pero ella lo volteo a ver. Estaba llorando, y en su mirada se podía ver una súplica porque todo terminara.

Rosalina (Voz suplicante) : Ya no sigas, Mario ... quema ... quema ... no soporto el dolor ... te lo suplico ...

Mario (voz entrecortada) : Lo sé, pero es necesario Rosy ... debes ser fuerte, yo se que lo eres. Tus hijos te necesitan, debes ser fuerte por ellos, por favor ... yo también te lo suplico, se fuerte, ya falta poco.

En ese momento, Polari bajó con lo que Mario le habia pedido, y se quedó cerca de ellos colocando su mano sobre la frente de Rosalina.

Mario continuo vendandola mientras Polari sobaba su cabeza con su mano.

Polari : Tranquila ... ya casi se termina ... solo un poco más.

Mario finalmente terminó de vendar las partes quemadas de su cuerpo, y volteo a ver a Polari.

Mario : El frasco.

Polari le pasó el frasco.

Mario : Bien, necesito que me traigas un vaso con agua y una cuchara. Hay unos vasos alargados en la alacena con vidriera, esos serviran.

Polari : Claro.

Polari fue a buscar lo que Mario le pidió mientras él abría el frasco y sacaba una pastilla de color rojo. Polari llegó con el vaso y la cuchara, y se los pasó, tras lo que Mario partió la pastilla a la mitad y vertió el contenido en el vaso. Este era de un color verde brillante, y tiñó el agua de ese color.