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Esta chica tenia casi los mismos rulos y eran casi iguales...por que los de esta chica eran menos brillantes a su parecer. Estos eran mas largos y estirados. Su estatura era mucho mas baja que la de Ana y eso era mucho decir. 

Ana solo le llegaba un poco mas abajo del hombro y esta chica era un poco mas enana que eso.

Nada de lo que usaba le era familiar. Ana tenía una manera inusual de vestir, era llamativa a su manera y su ropa al igual que ella representaba una moda más artística e ingeniosa que reflejaban muy bien su personalidad creativa.

Esta chica se parecía mucho a sus compañeras.

Sin embargo sus ojos, tenían el mismo color café y brillaban de una manera similar. Pero esta chica no sonreía, mas bien parecía enojada lo demostraba con su expresión irritada.

- Puedes soltarme - le ordenó casi gruñendo, su mano se quedo estática sobre su brazo y su mirada pasaba de el, a la mano sobre ella.

Claro, Ben había aparecido de la nada y la tenia retenida desde su brazo.

El no se movió y ella lo miro exasperada.

- ¿Qué es lo que quieres? - pregunto con el ceño fruncido intentando tironear su brazo de  su agarre.

El al fin reacciono de su letargo  y con lentitud deslizó su mano hasta el punto de soltarla por completo. Solo bajo la mirada decepcionado de no encontrar lo que buscaba. Ninguno se movió de su lugar y ella estaba empezando a impacientarse.

- ¿Y?...- su intervención fue lo que necesito para recalibrar su cerebro aun estaba perdido en el parecido de sus ojos.

- Tu... - Empezó a titubea, tal vez se había vuelto loco, trato de no mirar sus ojos tan parecidos a los de Ana -¿conoces a Ana? -  Tenia que quitarse esa duda, y suspirando volvió a mirarla. Ella podía no saber de que estaba hablando incluso podía no conocer a la persona por la que estaba preguntando. Pero ya que estaba ahí haciendo el ridículo frente a una extraña cualquiera, porque no hundir mas las manos en la masa.

- Si la conozco - afirmo ella en un suspiro cansada poniendo sus manos en sus bolsillos - es mi hermana -

El la observo mejor y entendió porque el parecido. Se quedo sin palabras, asombrado por la coincidencia, no esperaba que su impulsividad lo llevara a esto.

- ¿Necesitabas algo en particular de ella? - interrogó ella con el entrecejo fruncido en una clara señal de su molestia por el silencio de el y las miradas con demasiado detenimiento en su persona.

- Solo quería saber ¿Por qué ella no vino hoy? - pregunto ya decidido y  cansado de tartamudear. La miro con el mismo ceño fruncido con el que se presentaba con cualquiera y ella le devolvió el mismo gesto. Apoyada en una de sus piernas con ambas manos en los bolsillos de su chaqueta no se dejó intimidar por la fría mirada del pelinegro.

Estuvieron mirándose asi, o midiéndose por lo que el se creyó durante un largo rato. En su mente paso dos probables razones por las cuales ella no le contestaba. Una era porque no lo había escuchado, o la otra porque estaba enojada de que un desconocido cualquiera, le preguntara repentinamente por su hermana.

- Llueve - contesto de repente interrumpiendo el silencio entre ambos. Ben se voltio curioso y vio que inevitablemente había vuelto a llover.

Pero no entendió su respuesta y la miro con curiosidad esperando que se explicara mejor. Ella solo veía la lluvia caer distraídamente con una expresión neutral en el rostro.

Otro parecido con la bella Ana, que perdía su concentración en puntos específicos del espacio dejando ambigua su respuesta.

No dijo mas nada.

Siguiendo Tu Bella SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora