—Entonces, veo que te gusta leer. —Me dijo dedicándome una sonrisa amable y cálida.
—Así es, me gusta investigar mucho sobre la cultura de otros países. —Le respondí con la misma calma que ella me brindaba.
—¿Qué hay de tu universidad?
—Oh, bueno... Debido a que es mi último semestre pregunté si tenía la opción de concluirlo en línea y accedieron amablemente. —Jugué con mis manos mientras respondía. Llevaba al menos media hora siendo entrevistada por la señora Nicole.
Este verano mis padres habían accedido a finalizar mis estudios en el extranjero, siempre y cuando pudiera ayudarlos con los gastos. Buscando un sin fin de empleos descubrí la posibilidad de convertirme en niñera con ayuda de una agencia.
No fue fácil, mucho antes que que empezaran las vacaciones llené la solicitud, mandé mis fotografías, etc. Tiempo después, la agencia me informó que tenía una familia interesada en mi proviniente de Nueva York que vivían en Italia. Jamás había viajado tan lejos en mi vida, pensar que mi primer paso era directo hacia Europa era bastante escalofriante, sin embargo, no me negué a esta oportunidad. Por suerte, con mis ahorros de unos tres años reservados únicamente para mi futuro, en cuanto las vacaciones iniciaron tomé un vuelo hacia Italia con la esperanza de ser contratada.
Y allí me encontraba, frente a la señora Chalamet. Francamente no la culpo por tener tanta curiosidad y realizar tantas preguntas, una completa extraña de otro país bastante lejano cuidará de su linda hija, es comprensible el bombardeo de preguntas.
—Bueno Calliope, mi esposo y yo te elegimos porque nos pareciste una persona bastante calificada para el puesto, tienes mucha experiencia y que hayas sido capaz de transportarte a miles de kilómetros para este empleo, eso habla muy bien de ti—Okay, ya estaba temblando. —Hay algo en ti que es muy hogareño y a la vez alegre y creemos que tu personalidad encaja muy bien con la pequeña Ruby. —Relajó un poco su sonrisa reflejando algo de preocupación. —Debo advertirte que mi hija es algo... —Miró hacia el techo buscando una respuesta. —Inquietante, con tres años ella es muy curiosa y desgraciadamente tenemos muchas ocupaciones este verano y no podremos satisfacer su necesidad de atención. —Pude notar cierta tristeza en lo que estaba diciendo y la comprendí por completo.
—Si me permite... —Dije tratando de no sonar muy entrometida. —Entiendo su preocupación y estoy segura de que Ruby también lo hace. No se preocupe que la pequeña está en buenas manos.
Y me sonrió de nuevo. Había algo en la señora Chalamet que me inspiraba mucha confianza, además su amabilidad era muy genuina, casi como si estuviera acostumbrada a los extraños. Cosa en la que diferimos. Justo ahora estoy humedeciendo mis zapatos en sudor.
—Calliope, claramente no te habría hecho venir hasta acá si mi opción de quedarte no estaba casi más que asegurada. —Mi ceño cambio por completo a uno de sorpresa. Ahora estoy sudando frío.
—La verdad, no me lo esperaba. No me sorprendía que esperaran verme antes de poder contratarme, esto sí que es una sorpresa. —Sonreí ampliamente para ella.
—Calli, permíteme darte la notificación de que estás contratada. —Oh mi Dios, estaba tan emocionada que me puse de pie, hice un intento de acercarme y abrazarla pero me contuve. La señora Nicole notó mi acción, acto seguido extendió sus brazos hacia mí. —Oh vamos, bienvenida. —Acepté su gesto y le abracé esperando que fuese suficiente para notar lo agradecida que me encontraba en ese momento. La señora Nicole deshizo mi abrazo y se dirigió de nuevo a mi. —Bueno, vamos directo al grano, déjame mostraste la casa.
Avanzó e imité su andar, la seguí por todos lados mientras ella me daba un tour rápido por todo su bello hogar. La casa era muy grande, mi casa entera era del tamaño de su sala, sin mentir. En la planta baja se encontraba la sala común, un cuarto de juegos, otro exclusivo para ver películas, —algo así como un cine improvisado— la cocina donde la señora Nicole me indicó que podía tomar lo que quisiera o cocinar lo que quisiera, no me sentía capaz de hacerlo ahora que a penas los conocía; también estaba el acceso a los jardines que rodeaban toda la casa. Luego subimos al primer piso dónde se encontraban más habitaciones en un pasillo.
—Aquí se encuentran algunos estudio de trabajo y también nuestra habitación. —Dijo esto para seguir subiendo al tercer piso. Donde se detuvo al final de las escaleras. —Y aquí es donde se encuentran las habitaciones de mis hijos. —Espere un momento, ¿habló en plural?
La señora Nicole me guió por el pasillo, la primera habitación era la de Ruby. La abrió para mostrarme donde colocaba cada una de sus pertenencias que necesitaría constantemente. Justo enfrente de la habitación de la pequeña se encontraba la puerta de un baño, —de nuevo, más grande que mi casa— y luego otras dos puertas, una frente a la otra.
—Como mi hija mayor ya no vive con nosotros, ocuparás su habitación. —abrió la puerta que estaba junto a la del baño dejando ver el interior. Era preciosa y tal como siempre había querido que luciera mi habitación, estaba decorada de blanco con plantas decorativas por todos lados. —Espero que te guste, en tus datos decía que te gustaban las plantas y quisimos hacerte un pequeño obsequio de bienvenida. —Podría quedarme aquí para siempre. Quedé estática y deslumbrada por lo lindo de la habitación. —¿Te gusta?
—Oh, Dios mio, me fascina. —Sentí mis mejillas calentarse por el adorable gesto de la señora Nicole. —Esto es muy lindo, no debieron molestarse.
—Tonterías, estarás con nosotros una larga temporada, esperamos que te sientas como en casa. —Me sonrió amablemente. —Oh, casi se me olvida. —Cerró la puerta y dio una media vuelta viendo hacia la habitación de enfrente —Esa es la habitación de Timothée, si necesitas algo y no me encuentro, no dudes en pedírselo. —Supongo que debe ser su otro hijo. —Oh, es cierto, debo presentarte a la familia. Timothée subirá tus maletas, descansa un poco, si quieres recorre la casa y a las siete baja a cenar.
—Muy bien, muchas gracias por esto, no sabe cuán agradecida estoy.
—Gracias a ti, Calli. Estas ayudándome mucho al cuidar de Ruby, espero que se lleven muy bien.
La señora Nicole se despidió de mí y caminó escaleras abajo. Di media vuelta y me adentré a lo que sería mi nueva habitación, no dudé dos veces y me lancé a la cama. Parecía un sueño, realmente estaba en Italia, ¡en Europa! Esto lo tiene que saber mi familia. Le preguntaré a la señora Nicole más tarde si puedo acceder al Wi-Fi de la casa para poder comunicarme con mi familia y hacerles saber que estoy bien y contarles sobre la maravillosa noticia. Apuesto a que se emocionarán tanto como yo.
La habitación tenía una ventana bastante grande que abarcaba casi el tamaño de la pared, me puse de pie y me asomé para admirar la vista, se podía ver directo hacia el jardín principal donde se encontraban árboles frutales y muchas flores de distintos tipos. Estoy ansiosa por pasear por ese bello jardín.
—¿Puedo pasar? —Mis pensamientos fueron interrumpidos por unos golpes en mi puerta y una voz masculina.
—Emm... Si, claro. Adelante.
La manija de la puerta dio vuelta para dar paso a un chico de al menos un metro ochenta de estatura, ojos verdes intimidantes, cabello castaño perfectamente rizado y rostro similar al de una escultura griega. Podría decir que el chico lucia bastante irreal.
—Entonces tú eres la niñera. —Dijo dejando mis maletas a un costado de la cama. —Soy Timothée, supongo que nos estaremos viendo muy a menudo. —Me sonrió alzando levemente la comisura de sus labios. Me limité a hacer un sonido de afirmación. ¿Por qué no estaba reaccionando? —¿Es todo tu equipaje? —Respondí con el mismo sonido, el chico me resultaba bastante intimidante, tanto que a penas podía articular una palabra. —Bien, te veo en la cena. —Me brindó una sonrisa amplia y se retiró de la habitación.
Bien, ahora temo por la cena de hoy. A penas pude hacer un sonido en su presencia. Esto no puede restarme profecionalismo. Coloqué mi maleta en la cama y decidí desempacar hasta que diera la hora de la cena. Olvidé por completo el cansancio que sentía gracias a esos ojos verdes. Esto no puede ser buena señal.
ESTÁS LEYENDO
nervous - timothée chalamet
Fanfictionyou've got me nervous to speak, so i just won't say anything at all. you've got me nervous to move, so i just won't give anything to you.