~ ღ♡ ℬℯ 𝓆𝓊𝒾ℯ𝓉, ℋℴ𝓃ℯ𝓎 ღ♡ ~

Be Quiet, Honey. (Chess x Glam)

Era un maldito genio.

Era la onceava vez en un año que lograba escabullirse a uno de sus "ensayos" de último momento, lo que quiere decir menos dinero en su bolsillo, pero más de un millón de razones nuevas para vivir.

Las cuales eran más valiosas que unos cuantos dólares.

Aunque igual odiaba que los conciertos fueran en la tarde, prefería que fuesen en la noche o en la madrugada, así podría llegar a casa sin tener que cambiarse en el camino.

Siendo sincero hace tiempo se había hecho la idea de ser descubierto, después de todo su padre no es tan estúpido como él cree y Rowd es un cabrón.

Pero él era mucho más listo.

11:38

Aún era relativamente temprano, la lluvia había parado y el clima se estaba aligerando lentamente.

Levantó con sutileza su cama de madera, algo no muy sencillo para un chico de su altura y peso, pero no imposible. Quitó el tapón que tenía una de las patas, para ser específicos en la derecha delantera, y sacó unos cuantos billetes en los cuales mezcló los que había recibido horas antes.

Con gran cuidado la fue dejando en el suelo, teniendo miedo a que este rechinara y arruinase todo.

Nada podía ser mejor

Psssst

Oh. Tal vez sí.

Rapidamente se dirigió al único lugar que podría generar tal ruido.

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Observó a aquel castaño sentado de forma india sobre su cama, con un pantalón holgado azul y el torzo descubierto, secando su cabello con la bata que usaba para dormir.

Le extendió un centro blanco desmangado mientras él se ponía la camisa que utiliza para sus usuales escapadas.

Se le hacía raro no ver la despreocupada sonrisa en el rostro de este, en cambio tenía las cejas fruncidas y un leve puchero en sus labios.

-Quisiera poder ofrecerte algo de beber...

En serio que lo hacía, tenía miedo de que este enfermera por tener aún residuos de agua de lluvia y la temperatura de su cuerpo muy baja.

- pero sabes como es mi padre.

Se sentó frente al Moreno observando como seguía secando su cabello de mala gana, tomó entre sus manos la bata y comenzó a revolverle sus castaños mechones, cuidando de no tocar aquella herida en su frente.

-No te preocupes viejo, soy inmu- indumi- inmud-... Eso a las enfermedades.

Exclamó seguro siendo callado momentáneamente por una mano que comprobaba su temperatura.

- Inmune. Eso es lo que dijiste antes de que te diera gastritis.

-¿Cómo iba a saber que tengo que comer tres veces al día?

-¿por qué no tendrías que saberlo? - dijo sin parar su labor, tal cual madre que te limpia restos de comida con tanto esmero.

-Bruh... ¡Ouch!

Glam rápidamente se abalanzó sobre su acompañante para tapar su boca con una mirada que gritaba "¡Silencio!". Aún era esa hora de la noche donde el sueño no era tan pesado

El otro tenía las palmas a la altura de su pecho y los hombros encogidos.

Luego de unos segundos en los que consideró ya no estaban en peligro lo soltó nuevamente.