Capítulo 10: Punto de quiebre

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DISCLAIMER: Los personajes de CCS pertenecen a CLAMP, y son utilizados sólo como fuente de inspiración y entretenimiento. La historia es de mi autoría.

EN LO PROFUNDO DEL BOSQUE

Capítulo 10: Punto de quiebre

Repasó nuevamente la sucesión de hechos en su mente. La última vez que se había sentido tan mal, fue aquella vez, en Turín, en el 1700 cuando apenas fue transformado por Ieran. Esa época en la que la culpa lo acechaba al punto de pasar inanición, por negarse a consumir sangre. Con el tiempo, Ieran lo había instruido y le había enseñado a sobrevivir de la sangre de los animales, con el buen recordatorio de saciar su verdadera sed con regularidad. No tardó en formarse sus propios principios, que mantenía hasta la actualidad, lo de "Hacer un mal, por un bien mayor". Era un código infalible, más que nada para él, que tenía un fuerte sentido de la moral que le había valido de burlas por parte de su maestra. Muchas veces ella lo miraba con algo parecido a la ternura, extremadamente difícil para una mujer tan inexpresiva como ella, y le auguraba que algún día cometería un deliz...

Hoy detestaba más que nunca que Ieran fuera tan intuitiva.

La secuencia había sido un viaje con ascendencia exponencial hasta el paraíso y un descenso sin escalas al mismísimo infierno.

Podía sentir en su cuerpo una deliciosa sensación de placer, las manos le temblaban aún por el deleite de haber probado la sangre de Sakura. Había sido tan diferente, lo había deseado tanto que no había podido controlarse. Ella lo llevó a un punto de quiebre, logró sacarlo de sí y, aunque en este momento luchaba por apartar esa sensación de su mente, sus colmillos insistían en pinchar sus labios. Casi un siglo de control se había ido arrastrado por la corriente de un río, culpa de la chiquilla que yacía desvanecida en la cama.

No pudo reprimir el impulso de acomodar un mechón del cabello que atravesaba su rostro apacible y se recargó en una columna del dosel. No le extrañó notar que no tenía dolor alguno en los brazos, aunque todavía sentía una molestia en la espalda. Había sanado casi instantáneamente luego de...

Se despeinó con intranquilidad y agradeció haber estado lo suficientemente consciente para detenerse casi de inmediato. Sakura se había desmayado justo cuando la mordió y él solo pudo ser protagonista del éxtasis de alimentarse de su flor, hasta que cayó en cuenta de lo que estaba haciendo, alejándose de inmediato y sintiendo cómo el líquido caliente resbalaba por la comisura de sus labios. Se sintió un monstruo, se sintió débil y repugnante, y a la vez sentía la energía volver a su cuerpo. Estaba tan contrariado que tardó 5 minutos más en tomar en brazos a Sakura para dejarla en la cama. Procuró vendar la herida de su mano, la del cuchillo y la de su mordida. Le tomó el pulso, y se alivió sintiendo un latido regular. No había consumido mucho y lo más probable es que sólo se hubiera desmayado por la impresión.

Ahora sentía demasiada ansiedad. No sabía qué pasaría cuando ella despertara, probablemente se iría y él no tendría las agallas para rogarle confianza. Al fin y al cabo, siempre la mantuvo entre mentiras y la culpa ahora lo atormentaba más que antes.

La figura perfecta de la joven en la cama podría pasar por una niña en apuros, por un dulce corderito siendo acechado por el lobo, y aunque esa última afirmación no distaba mucho de la realidad, el corderito bien podía dar vuelta las cosas. Sakura le demostraba a cada paso que era imposible hacerla caer en su red, siempre terminaba trepando, saliendo o escabulléndose por los huecos, sin importar cuál era el fin de tenerla siempre allí.

La tenía cautiva.

Aunque no podía decir que ella no lo tenía cautivo a él, las metodologías que utilizaba para mantenerlo pululando eran simplemente la de la llama que atraía a la polilla. Era completamente inocente de que él estuviera revoloteando a su alrededor, ya que no podría evitar ser exóticamente hermosa e inesperadamente inteligente. Tan inteligente que él, como buena polilla, había ardido en su centro.

En lo profundo del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora