El invierno más cálido (Jungwon y Gyeoul)

2- Verte me hace feliz

Jungwon miraba sorprendido a Gyeoul comer, sabía que su estomago tenía gran capacidad pero verla terminar su segundo plato de kinchi jjigae era una nueva experiencia. Lo bueno es que a diferencia de sus amigos, ella se tomaba su tiempo y disfrutaba cada bocado.

Le era imposible borrar la sonrisa que tenía estampada en el rostro. Songhwa tenía razón: era del tipo que disfrutaba de ver a otros comer y muchos más si esa persona era Gyeoul.

- Te voy a poner en una competencia con Joonwan y Songhwa-, se rió él mientras le entregaba un pañuelo.

- ¿Qué competencia?-, abrió los ojos abiertos de la sorpresa.

- Una competencia de comilones. Creo que podrías ganar.

Ella sonrió avergonzada.

- Perdón, tenía mucha hambre.

- Está bien, me gusta verte comer. Me hace feliz.

Gyeoul casi se atragantó con la comida y empezó a toser. Si con algo tan simple que significaba tan poco le había afectado tanto, no quería saber que podría pasar cuando le dijera que la amaba. Seguro le daba un paro cardíaco.

- ¿Estás bien? Toma un poco de agua-, Jungwon le entregó un vaso que ella bebió de un trago.

Cuando logró tranquilizarse, fijó su ojos en un punto de la mesa. Parecía que hace eso cada vez que se pone nerviosa.

- ¿Puedo preguntarle algo, profesor?

- Sólo si después puedo preguntarte algo también.

Ella accedió afirmando con la cabeza y él con un gesto del mentón y las manos le hizo saber que podía continuar.

- ¿Qué paso...? ¿Usted se va a hacer cura?

La vergüenza volvió a cubrir su rostro, por miedoso perdió todas las oportunidades que tuvo. No, ¿qué estaba pensando? No las había perdido, sino que las desaprovecho. Buscó excusas para negar cuanto quería a la Doctora Jang Gyeoul. 

Fue un proceso doloroso para él darse cuenta de sus sentimientos. Se había culpado a si mismo por ser débil, por dudar de volverse cura cuando estaba tan cerca de lograrlo cuando la realidad otra.

- No me convertir en cura, porque yo no puedo alejarme de tí-, la boca de Gyeoul se abrieron automáticamente-. Yo te quiero.

- Pero no quiero usted renuncie a su sueño solo por mí.

- No es solo por tí-, Jungwon mantuvo la vista firme, quería que ella entendiera cada palabra que le iba a decir-. Fueron muchas cosas que se acumularon y tu estabas en la cima de esa montaña ¿Te acuerdas de Ji Hyeon? ¿La que vino a visitarme hoy?

- Sí, la operamos hace un mes más o menos.

- Cuando al fin logró salir de la guardia los padres me agradecieron y dijeron que era un buen doctor. En ese momento me dí cuenta: no soy un mal doctor. Suena tonto pero cada vez que perdía un paciente me culpaba a mi mismo, sentía que no estaba capacitado y se volvía muy pesado para mí.

"Me dí cuenta que lo que estaba por hacer era escapar. Estaba por renunciar a algo que me gusta hacer solo porque tengo miedo de enfrentarme a la muerte. Puede que algunos de mis pacientes hayan muertos pero, gracias a Dios, he salvado a muchos más."

- ¿Y yo? ¿Te gusto...?-, la voz le temblaba ligeramente.

- Mucho-, el corazón de Gyeoul amenazó con escapar de su pecho-. Creí que me estaba acobardando de mi decisión de ser cura porque se acercaba la fecha. Confundí mis sentimientos y te hice sufrir por ello, lo siento mucho.

- Está bien-, respondió con una tímida sonrisa. Todo lo que acababa de decir había hecho que valiera la pena.

- ¿Ahora puedo preguntar yo?-, ella asintió- ¿Por qué no me dejaste decirle a Ikjun que íbamos a comer juntos?