Eterno amor. ©

Capítulo 75.

continuación...

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Marizza.

01:21am

Mi cuerpo pegado al de Pablo se sentía genial, era un baile perfecto para los dos, aunque anteriormente lo estaba bailando con Manu. Pero esto era distinto, no era un baile de mejores amigos, era un baile de pareja, un baile fogoso y muy movido.
Mis caderas y mi cintura se movían con facilidad contra la cadera de Pablo, sentía como él suspiraba de vez en cuando por el roce de su miembro contra mi culo. No sé cómo pasó pero nos habíamos convertido en dos pervertidos, todo el tiempo pensábamos en sexo o nos acariciábamos de una manera rarita en cualquier lado.

- Pablo: ¿Por qué dijiste "Es nuestro tema, Manu" ?

Me había sorprendido su pregunta, no imaginé que le importara eso.

- Marizza: Porque si, ¿Qué tiene?

- Pablo: ¿Pero por qué le decís así a esta canción? - podía sentir los celos e inseguridad que tenía por mi respuesta.

- Marizza: Porque la habíamos bailado un par de veces cuando eramos algo, nada más - él bajó su cabeza - Pero con vos es distinto, con vos no bailo como con él. Vos sos mi novio y con vos es mejor - sonreí.

Se quedó callado por unos minutos y creí que se podría haber enojado, pero fué todo lo contrario. Mis palabras lo habían tranquilizado de alguna forma.

- Pablo: Te amo, Marizza. Te amo como a nadie. Sos el amor de mi vida, te lo juro.

- Marizza: Yo también, mi amor. Estás hecho un romántico eh.

- Pablo: Si, ya sé. Chorreo grasa pero vos me volves así - rió.

- Marizza: Ah callate, tarado - reí junto a él.

- Pablo: ¿Sabés qué?

Me apretó más a él chocando completamente mi parte trasera contra su jean, podía sentir su miembro contra mí.

- Marizza: ¿Qué? - jadee

- Pablo: Estaba pensando que como nos quedan pocos día acá antes de ir a Cancún podríamos salir solos a comer o pasear, ¿no?

- Marizza: Me encantaría mi amor. Tenemos que aprovechar estos días.

- Pablo: Ahora que somos novios no te voy a dejar en paz nunca más, vas a tener que soportar las salidas de novios y esas cosas.

- Marizza: Con gusto, señor - reí

- Pablo: ¿Vas a estar siempre conmigo? - me preguntó girando mi cuerpo para verlo.

Lo miré a los ojos, a esos ojos azules casi transparentes que pueden hipnotizarme. Podría quedarme viéndolos por el resto de mi vida sin aburrirme, porque son los ojos más lindos que vi en mi vida y le pertenecen a el hombre que amo con toda mi alma.

- Marizza: Siempre, mi amor.

- Pablo: Mirá que eso requiere mucho tiempo, eh. Las veinticuatro horas del día, cada minuto, todos los meses del año.

- Marizza: ¿Dónde tengo que firmar?

- Pablo: Mmm, la primer firma es... acá - señaló su naríz.

Sonreí y deposité un besito en su naricita.

- Pablo: La segunda es acá - señaló su frente.

Le besé de igual forma que recién.

- Pablo: La tercera es por... acá, acá es - señalo la comisura de su labio.