John había estado bastante ansioso los últimos días, obviamente quería que la semana pasara lo mas rápido posible para estar a solas con el menor en su casa, pero estaba un poco asustado, no quería apresurar a Sherlock a hacer algo para lo que quizá no estaba listo. Aunque si lo pensaba, el rizado parecía bastante deseoso de llevar las cosas más lejos, no se lo decía, pero John lo notaba, se daba cuenta de cosas pequeñas, como por ejemplo:
Sherlock tomaba la iniciativa a la hora de besarlo, casi siempre. Los últimos días llegaba muy feliz por las mañanas, algo un poco extraño en el, caminaba hasta el sofá con John y esperaban pacientemente a que la señora Hudson se fuera, cuando ya no sentían la presencia de la mujer en la biblioteca Sherlock lo acorralaba entre el sofá y su cuerpo para besarlo. Amaba que lo besara así, pero se le hacía un poco extraño que la timidez que tenía en un principio haya desaparecido tan de pronto. Si bien intentó transmitirle seguridad con sus actos y palabras al menor desde el principio, seguía sin entender de donde había salido su lado ardiente, y más aún de forma tan precipitada.
El menor siempre metía las manos bajo la camiseta de John. Era algo que había incrementado con los días, luego de algunos minutos de besos Sherlock comenzaba a tantear por la orilla de la ropa del rubio, lo hacía despacio mientras lo distraía con sus besos, pero John prestaba más atención a las caricias del menor durante los últimos días. A penas tenía oportunidad colaba sus manos frías y acariciaba el abdomen del rubio, subía y bajaba por su torso, muchas veces acariciando sus pezones en el trayecto. No era que no le gustara, le fascinaba... es sólo que las caricias subían de tono muy rápido y John debía poner límites, no quería terminar follandose a Sherlock en algún rincón de la biblioteca, quería que fuera especial. El menor no tomaba muy bien la distancia que ponía John, el día anterior se había molestado por que el rubio lo alejó de su cuerpo de forma precipitada, John se excusó con que se le había pasado la hora muy rápido y debía limpiar la bodega. Sherlock supo que mentía, pero lo dejó pasar y decidió concentrarse en un libro cualquiera que tomó al azar cuando llegó, después de todo el mayor debe haber tenido sus razones para no haber continuado.
Sherlock transformaba todo en algo sugerente. Eso lo ponía nervioso, el rizado lo excitaba de sobremanera con cosas muy simples, y al parecer lo disfrutaba, a juzgar por las sonrisas de inocencia fingida que le daba después de cada situación. El martes por la mañana habían estado tomándose fotos con la cámara instantánea, Sherlock no sonreía en ninguna de las 3 fotos que le había tomado, de igual forma se veía hermoso a los ojos del rubio, pero quería tener una fotografía de la linda sonrisa que le daba el menor solo a el. John Watson era testarudo, y no se iba a rendir hasta obtener lo que quería, decidió tomar las comisuras de los labios del rizado con sus dedos, obligándolo así a sonreír, pero no se esperó jamás lo que el menor haría. Sherlock abrió su boca y tomó uno de los dedos de John entre sus labios, ante la sorpresa del rubio aprovechó de tomar su mano y meter el dedo aún más adentro, lamió y succionó hasta que tuvo a un muy avergonzado y acalorado John frente a el. Luego de soltar la mano del mayor hizo como si nada y le dio una adorable sonrisa, para después alegar que se encontraba cansado de tantas fotografías.
Así habían pasado los días de la semana para ambos jóvenes, entre besos y caricias algo subidas de tono que demostraban lo deseosos que estaban uno del otro.
El día viernes al fin llegó, los Holmes se irían por la mañana a Londres y dejarían a su hijo menor, o mejor dicho, la casa a cargo de John, confiaban en que el rubio sería responsable con el lugar y cuidaría de Sherlock. Ese día el menor de los Holmes asistió a la escuela, no tenía opción, por la mañana antes de partir sus padres lo llevarían a clases y de camino pasarían a la biblioteca a dejarle las llaves y darle algunas últimas indicaciones a John.
-Gracias por todo, John- Le había dicho el señor Holmes mientras le daba un cálido abrazo como despedida.- ¿Hace cuanto tiempo no viajábamos juntos?- Se giró a mirar a su esposa.
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Incompetencia / Teenlock AU
FanfictionSherlock estaba aburrido de tener que soportar a sus incompetentes profesores ¿De que servía ir a una escuela normal donde estaba rodeado de ineptos? Es por eso que decide saltarse las clases y estudiar por su cuenta, pero... ¿Donde?