No pude dormir por la noche, era inimaginable, no podía ser real todo aquello, ¿por qué ahora?
Dieron las seis de la mañana y seguía dando vueltas por la cama, así que me levanté sin hacer ruido ni despertar a nadie, cogí del cajón ropa de entrenamiento. Me dirigí al baño a lavarme un poco la cara y quitarme un poco la cara de zombie que llevaba en esos momentos, al terminar me vestí y fui en dirección al polideportivo.
Era de noche y salía vapor de mi boca por el frío que acechaba la madrugada, di gracias de haber cogido una sudadera que abrigaba bastante.
Entré y me di cuenta de que no estaba sola, Franc se encontraba colocando el material para el entrenamiento de por la tarde, ya que esta mañana no teníamos.
-Hoy no tenemos entreno Am.- Se debió de dar cuenta de que estaba allí aunque no se hubiera girado.
-Lo sé, pero cuando Morfeo no quiere que caiga en sus brazos...
-Lo mejor es ir por el balón.- Los dos nos echamos a reír. Era un refrán que nos inventamos para cada vez que no teníamos sueño o no pidíamos dormir el cual indicaba que la mejor forma para dormir era entrenar un rato.
-¿Por qué estás sacando tan poco material Franc?- Lo miré intrigada ya que simplemente había sacado las redes y balones.
-Te lo digo porque eres tú, pero es un secreto hasta media mañana, ¿vale?- Asentí ansiosa de saber la razón.- Hoy tenemos un amistoso contra una de las selecciones nacionales.- Mi cara de muerta se tornó en una expresión júbilo y emoción, por fin íbamos a tener un partido en condiciones.- No te emociones todavía porque no sé cual de todas las selecciones es, ten en cuenta que sois muchos países.- Cogí un balón y me dirigí al campo que tenía ya la red puesta.
-Digas lo que digas lo espero con ansias.- Me giré y le sonreí ampliamente, a lo que me contestó con su gran y radiante sonrisa.
Calenté un poco los músculos y activé las articulaciones para evitar cualquier lesión.
Decidí hacer un poco de saque para mejorar así que cogí más balones. Me situé tres pasos por detrás de la línea del campo, cogí aire y lancé el balón al aire, al golpearlo salió sin rotación de mi mano, como si simplemente volara por el aire. Así hasta que se me acabaron los balones que había cogido.
-¿Quieres que te coloque un rato?- La latina acababa de aparecer por la puerta del polideportivo vestida para entrenar.
-Pero calienta bien antes que no quiero lesiones.- Se lo dije demasiado serio.
-Claro que si capi, espero que en la selección española las capitanas no sean así de bordes.- Tras decir eso empezó a reírse sola, no me gustaba que hicieran bromas sobre mi selección.
Tras terminar de calentar se colocó para que la lanzara los balones.
Cogí un carro con balones y lo situé de tal manera que estuviera cerca pero no tuviera peligro de chocar con él.
Lancé el balón en dirección a las manos de la latina, la cual me devolvió una colocación perfecta, salté y golpeé el balón con la mano abierta, me encantaba esa sensación. El balón entró directo a la línea de tres metros, duro, rápido y fuerte.
Así por todas las posiciones, estábamos ya sudando y con la adrenalina corriendo por las venas y después de estampar contra el suelo el último balón que quedaba en el carro chocamos las manos, a la vez que se oía desde la puerta una voz.
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¿El deporte lleva al amor? (EDITANDO)
Fiksi RemajaEsta historia esta siendo editada desde el comienzo y antes de continuar con el final, debido a los fallos que había encontrado y al cambio de forma de escribir que se ha dado en mí durante la escritura de esta. Amaia, una chica de 16 años jugadora...