Sueño de una noche

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—¿Volviste a llegar con ese chico? — Su compañera Gillian de nuevo la estaba molestando.

—Si, me trajo otra vez — La mirada picara de su amiga la ponía nerviosa.

—Ya quisiera yo tener a alguien tan guapo como él que viniera a recogerme y a traerme todos los días — Gillian soñaba con sus ojos abiertos, Emma rodó los ojos.

—¿Qué hay de tu novio Nigel? — Preguntó ella mientras la veía enarcando su ceja.

—Él esta bien, pero tu novio es más guapo que él — Gillian volvía a molestarla.

Al escuchar la palabra novio, ella realmente se deprimió, ¿acaso podía llamarlo así?

—Quisiera saber, ¿cómo conociste a ese bombón? — Emma la miró bastante sorprendida.

—¿No te acuerdas? — Y está vez la que le cuestionó fue ella.

—¿Eh? — Gillian le miró confundida.

—Fue por tu culpa que lo conocí — Y ella se levantó bastante alterada mientras golpeaba la mesa.

—¿Ah! — Emma vio como la rubia se sorprendía por su declaración —¡Eso no es cierto!, ¡si yo lo conociera ni siquiera estaría saliendo contigo! — Ella soltó una ligera risa entre dientes.

—Oh... enserio lo olvidaste — Ella afiló su mirada mientras veía a su compañera del trabajo de manera acusadora — Aquel día donde me dejaste abandonada en medio de la nada — Al escuchar esas palabras tan llenas de rencor Gillian tragó en seco.

—Esto... —

—Muy bien, te lo recordaré — Emma miró hacia arriba mientras trataba de acordarse.

.

.

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Seis meses atrás.

Una chica trabaja diligentemente en su computadora, aunque realmente odiaba su trabajo en esos momentos, aunque cuando empezó a trabajar en ese lugar, realmente le había gustado mucho, pero últimamente no se sentía satisfecha con él, por alguna razón, la rutina y monotonía la tenían harta. Emma soltó un gran suspiró mientras se recostaba en el escritorio y soltaba un gran y largo suspiró.

—Vaya, vaya, alguien necesita vacaciones — A su lado, su compañera de trabajo le trajo café, ya que la vio distraerse.

—No molestes, Gillian — La rubia rio levemente al verla.

—Estás de muy mal humor desde hace un tiempo, ¿acaso tiene que ver con tu ex? — cuestionó ella mientras bebía un poco de su propio café.

—No, no es por él — Y Emma rodó sus ojos, pero la mirada insistente de su compañera la puso nerviosa.

—¿Entonces por qué es? — Cuestionó ella mientras giraba la cabeza ligeramente, para hacerla sentir más incómoda.

—Solo estoy aburrida — Emma se estiró en su puesto para tomar la taza de café y tomar un poco.

—Ah... entiendo, ¿hace cuánto tiempo que no te sales a divertir? — Emma parpadeó levemente, sus ojos se desviaron a la izquierda para tratar de recordar.

—Desde que rompió conmigo, creo — Y ella puso un dedo en su mentón, tratando de recordar algo más, Gillian afiló su mirada.

—¿Enserio?, ¿sabes cuánto tiempo ha pasado? — Emma lo volvió a pensar.

—¿un año? — Gillian sintió un tic nervioso en su ceja.

—Ya casi se cumplen dos — Sentenció la rubia molesta.

Tú cambiaste mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora